Hawaiian Ocean View, EE. UU. Hawái registraba este jueves las primeras lluvias torrenciales previas a la llegada del feroz huracán Lane al archipiélago, donde ya fue declarado estado de emergencia por el presidente Donald Trump.
El fenómeno, de categoría 4, amenazaba con vientos de hasta 215 km/h, copiosas precipitaciones y olas peligrosas.
Su curso es errático y cambiante, pero “lo que es seguro es que Hawái será impactado por el huracán Lane”, dijo el jefe de la Agencia Federal de Emergencia (FEMA), Brock Long, en una rueda de prensa en Washington.
Indicó que en Isla Grande, la primera en sufrir el impacto, se registraron 305 mm (litros) de lluvia por metro cuadrado.
"Nos preocupa en extremo la posibilidad de inundaciones tierra adentro, derrumbes y daños a la infraestructura de comunicaciones y transporte", señaló Long.
⬜ 🇺🇸#HuracanLane llegara en las proximas horas a #Hawaii y ya deja preocupante inundaciones y se preve q tambien alla deslizamiento ya q el terrono esta vulnerable. 👇 pic.twitter.com/Q4OCoGEym1
— 🟠 LFMB_noticias™🌎 (@LFMB_1) August 23, 2018
La televisión KITV de ABC informó de algunos derrumbes que bloquearon vías en Isla Grande.
Se esperaba que Lane golpee muy cerca de las principales islas de Hawái en la tarde de este jueves y el viernes.
Steve Goldstein, del Servicio Nacional de Meteorología (NWS), puntualizó que Lane –localizado unos 320 km al sur de Hawái– se acercaba con vientos de hasta 200 km/h.
Seria amenaza
"Estará muy cerca de las islas hawaianas y tendrá un gran impacto. No necesitas un contacto directo [con el ojo] para tener grandes efectos. Habrá mucha lluvia en todas las islas en los próximos días", señaló.
Los huracanes rara vez tocan tierra en Hawái, donde la última gran tormenta en azotar el estado se registró hace casi tres décadas, cuando Iniki llegó a la isla de Kauai, donde dejó seis personas muertas y causó daños por miles de millones de dólares.
La Casa Blanca informó que el presidente declaró el estado de emergencia en Hawái, lo que permite desbloquear fondos federales ante el inminente paso del huracán en el archipiélago.
El mandatario exhortó antes a los residentes del archipiélago a prepararse para Lane, mientras que la Marina estadounidense indicó que estba moviendo algunos de sus barcos y submarinos para evitar que queden atrapados en el puerto cuando llegue el meteoro.
El gobernador David Ige ya había declarado el martes un estado de emergencia con el fin de contrarrestar el daño que pueda causar el huracán . También ordenó el cierre de las escuelas públicas.
“El huracán Lane no es un huracán de buen comportamiento”, advirtió en un comunicado. “No había visto cambios tan dramáticos en un pronóstico como lo he visto con esta tormenta”.
Residentes bloquearon ventanas con tablones de madera y abarrotaron mercados en Ocean View y otras ciudades para comprar agua, comida e insumos de emergencia a medida que se acercaba la tormenta.
Largas filas se reportaron también en algunas estaciones de combustible para abastecer los autos y llenar bombonas de gas para cocinar, como una en Haleiwa en la costa norte de Oahu.
“Los últimos días han sido así, ha estado bien movido”, expresó el empleado de esa estación. “Todo el mundo está en estado de pánico en este momento, colocando nafta, llenando bidones de gasolina y bombonas de propano”.
Otros decidieron aprovechar las horas previas a la llegada de Lane para surfear, constató un fotógrafo de la AFP en Waikiki.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) destacó que el movimiento lento de Lane puede generar un crecimiento en la marea “grande y dañino” en las costas hacia el sur y oeste.
El nivel del mar en esas áreas debe estar entre 60 y 120 cm por encima de los niveles normales, generando “olas masivas y destructivas”.
FEMA –que ya movilizó 150 efectivos al archipiélago– señaló que encara la situación como si fuera un huracán de mayor categoría bajo la premisa de estar preparados para lo peor.
El año pasado, María, un huracán categoría 4, azotó Puerto Rico con un saldo estimado, según un estudio independiente, de 4.600 fallecidos, debido a la falta de acceso a médicos en zonas aisladas por el bloqueo de carreteras o golpeadas por los cortes eléctricos, que en muchas zonas continuaron por un años.
El gobierno de la isla, un estado libre asociado de Estados Unidos, reportó al Congreso que fueron 1.427 víctimas.