Lisboa
Portugal sigue en un callejón sin salida a la espera de un acuerdo definitivo para salvar al gobierno de centro derecha pese a las garantías del primer ministro, que trata de tranquilizar a los mercados y a Europa.
Tras intensas reuniones la víspera con Paulo Portas, el ministro de Relaciones Exteriores dimisionario, en el origen de la crisis, Pedro Passos Coelho anunció que había encontrado "una fórmula" para garantizar la supervivencia de la coalición en el poder desde junio de 2011.
Sin embargo, no precisó el contenido de dicha fórmula e indicó que todavía tenía que discutirla con Portas, líder del pequeño partido conservador CDS-PP, cuya alianza con el Partido Socialdemócrata (PSD) de Passos Coelho permite a la coalición en el poder desde 2011 tener la mayoría en el Parlamento.
El jefe del gobierno hizo este anuncio tras una reunión el jueves con el presidente Anibal Cavaco Silva, a quien aparentemente no ha convencido.
Preocupado por el futuro del país, el presidente subrayó este viernes, ante una treintena de economistas, que uno de los principales problemas de Portugal es el retorno a los mercados financieros el próximo año, al término del plan de ayuda de 78.000 millones de euros, negociado en mayo de 2011 con los acreedores de la troika (Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
"Es posible que Portugal no logre volver a los mercados con tasas razonables pese a la aplicación del programa", dijo el presidente antes de explicar que este fracaso podría explicarse "por acontecimientos financieros externos o dificultades políticas internas".
Durante la conferencia, el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, pidió al gobierno "responsabilidad política".
El presidente, que tiene el poder de disolver el Parlamento, podría pronunciarse después de recibir el lunes a los representantes de los partidos de extrema izquierda que, igual que el Partido Socialista, la principal formación opositora, reclaman la dimisión del gobierno y elecciones legislativas anticipadas.
"El único que puede resolver el problema es Cavaco Silva", dice el director del Expresso, Ricardo Costa, subrayando que el jefe del Estado "conoce los mercado y Europa, y hará todo para tranquilizarlos".
La crisis que estos días sacude a Portugal comenzó con la dimisión inesperada de Portas el martes, 24 horas después de la renuncia, también por sorpresa, del ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, arquitecto del programa de reformas y austeridad exigido a cambio del rescate.
Gaspar fue sustituido por su adjunta Maria Luis Albuquerque, una elección que refleja la voluntad del primer ministro de continuar con la austeridad. Portas, por su parte, desea un cambio de política.
Pero las autoridades europeas insisten en que Portugal prosiga sus esfuerzos para reducir el déficit. La crisis ha puesto en evidencia "el peligro que supone la más mínima señal que pueda dar la impresión de que falta determinación para corregir algunos desequilibrios", declaró el viernes en Vilnius el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Barroso.
Pero la cura de austeridad ha contribuido a agravar más de lo previsto la recesión y el desempleo lo que ha provocado un fuerte descontento social y la "troika", esperada el 15 de julio para un nuevo examen de las cuentas del país, ha tenido que aligerar en dos ocasiones los objetivos presupuestarios del gobierno.
La confianza del primer ministro que ha asegurado que es "capaz de superar las dificultades", parece haber calmado, al menos temporalmente, a los mercados.
Las tasas que pagan los bonos de deuda portuguesa a diez años se distendían este viernes en el mercado secundario cayendo por debajo del 7%, pues los mercados apuestan por un acuerdo político de la coalición.