La Paz. AFP El intento de diálogo entre el presidente de Bolivia, Evo Morales, y los grupos de indígenas que protestan por la construcción de una carretera, no llegó a concretarse.
Ante ese fracaso, los manifestantes aseguraron que continuarán su caminata de 600 km hasta La Paz, en rechazo a la vía financiada por Brasil y que afectará una reserva ecológica.
El sábado, el presidente Evo Morales había invitado a los marchistas a dialogar para escuchar sus objeciones a la ruta de 300 km que el gobierno ya está construyendo.
“No vamos a ir a ningún diálogo, si él (Morales) quiere venir a la marcha que lo haga”, dijo el dirigente del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Ernesto Sánchez.
Los nativos de la Amazonia de Bolivia, que ahora suman unos 1.250, están en contra de la construcción que cortará el TIPNIS en dos partes. Actualmente, esta reserva tiene una extensión total de un millón de hectáreas.
La carretera tiene un costo de $415 millones, de los cuales, el 80% es financiado por Brasil.
Tras conocer el rechazo, el presidente Morales volvió a insistir en un acercamiento, aunque retrocedió en la oferta inicial de que se encargaría él mismo del encuentro y delegó nuevamente esta labor a sus ministros.
El mandatario también reveló que habría intereses foráneos moviendo la marcha de indígenas y apuntó nuevamente su dedo acusador hacia Estados Unidos.