Territorios Palestinos. El movimiento islamista Hamás afirmó que al menos 93 personas murieron la madrugada del jueves 18 de enero, en nuevos bombardeos israelíes en el sur de la Franja de Gaza.
“Al menos 93 personas murieron en los ataques de anoche y de la madrugada, incluyendo 16 en un bombardeo contra una casa familiar en Rafah”, en la frontera con Egipto, informó Hamás, en el poder en Gaza desde el 2007.
El Ejército israelí, que bombardea Gaza desde el 7 de octubre, realizó también una decena de incursiones en Jan Yunis y en los campamentos de refugiados instalados alrededor de esta localidad, la principal en el sur del enclave de 362 km2 y casi 2,4 millones de habitantes.
Israel asegura que altos mandos de Hamás, una organización considerada “terrorista” por Estados Unidos y la Unión Europea, tienen una base operativa en el hospital Nasser, de esa localidad, desde donde se elevaron espesas columnas de humo.
El Ejército israelí informó de que “eliminó a decenas de terroristas [en combates] cuerpo a cuerpo, con respaldo de disparos de tanques y con apoyo aéreo”.
Israel prometió “aniquilar” a Hamás tras la incursión de milicianos islamistas que el 7 de octubre mataron a unas 1.140 personas en el sur del país, en su mayoría civiles, según un balance de la AFP basado en datos oficiales.
Los atacantes secuestraron además a unas 250 personas. Un centenar fue liberado a cambio de la excarcelación de palestinos detenidos en Israel, durante una tregua de una semana a fines de noviembre. De los 132 cautivos restantes, 27 habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una operación aérea y terrestre en Gaza, que dejaron hasta ahora 24.620 muertos, en su mayoría mujeres y menores, según Hamás.
61 toneladas de ayuda
Israel mantiene, además, un “asedio total” de este devastado territorio y ejerce un bloqueo prácticamente total de la entrada de agua, alimentos, medicamentos y combustible a Gaza.
Un cargamento con 61 toneladas de ayuda humanitaria entró la madrugada del jueves, en aplicación de un acuerdo mediado por Catar y Francia y que prevé, asimismo, el envío de medicamentos a los rehenes en manos de Hamás.
La ONU calcula que un 80% de los 2,4 millones de habitantes de Gaza están desplazados y enfrentan una crisis humanitaria con la mitad de los hospitales fuera de servicio.
“Nosotros no somos parte de esta guerra y no podemos soportarlo. Nos están destrozando, estamos muriendo de hambre”, dijo Ibrahim Saada, un desplazado palestino en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja.
La relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos ocupados, Francesca Albanese, indicó este jueves en rueda de prensa que Israel vulnera el derecho internacional con sus “incesantes” bombardeos en Gaza.
El Parlamento Europeo urgió el jueves un alto el fuego “permanente”, aunque condiciona el cese de las hostilidades a la liberación inmediata de los rehenes.
Las familias de los rehenes se organizaron y armaron una campaña para exigir su regreso a casa, presionando al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, que asegura que la vuelta de los secuestrados es uno de sus principales objetivos, junto al aniquilamiento de Hamás.
Un grupo de familiares de rehenes se manifestaron este jueves en el puesto fronterizo de Kerem Shalom, entre Israel y la Franja de Gaza. Reclaman que las entregas de ayudas para civiles gazatíes se paralicen hasta que sus seres queridos sean liberados.