NUEVA DELHI. AFP. Los candidatos a las elecciones legislativas en India se movilizaron ayer en el último día de campaña antes del inicio de un maratón electoral de nueve fases, en las que los nacionalistas hindúes de Narendra Modi parten como favoritos.
Los principales diarios del país publicaron en primera plana fotografías de Narendra Modi, candidato a primer ministro del Bharatiya Janata Party (BJP), junto al eslogan del partido: “Tiempo de cambio, tiempo de Modi”.
Ayer ser marcó el último día de campaña antes del inicio de la primera etapa, que se llevará a cabo mañana. El proceso de votación culminará seis semanas después en el popular estado de Uttar Pradesh, donde se encuentra ubicado el Taj Mahal.
Modi, tres veces ministro jefe del estado occidental de Gujarat, es el hijo de un vendedor de té que se ha destacado de las filas del BJP para convertirse en el favorito a acceder al cargo de primer ministro.
Este derechista, salpicado por disturbios religiosos y visto con hostilidad por los musulmanes, se anuncia como un reformador económico que pretende relanzar la economía y crear empleo para mejorar las condiciones de vida.
Adversario. Su principal oponente es Rahul Gandhi , de 43 años y cuarta generación de la dinastía de los Gandhi, candidato del Congreso por primera vez.
Los sondeos muestran que el BJP podría convertirse en la mayor bancada del Parlamento, que cuenta con 543 escaños.
Sin embargo, según las encuestas, no tendría mayoría absoluta, por lo que tendría que gobernar en coalición en un país con multitud de partidos regionales.
Estos serán los mayores comicios de la historia, ya que unos 814 millones de personas (100 millones más que hace cinco años) podrán votar a lo largo de seis semanas.
Cuando se anuncien los resultados el 16 de mayo, si ninguno de los partidos en contienda obtiene más de 272 escaños, es decir, la mayoría absoluta, el presidente pedirá al partido que haya obtenido mayoría que forme una coalición con pequeños partidos regionales.
El Partido del Congreso , un movimiento laico de tendencia izquierdista, que ha dirigido India desde hace una década y cuyo último período estuvo marcado por una desaceleración económica y por escándalos de corrupción, obtuvo el viernes el apoyo del imán de la mezquita más grande de India, Maulana Syed Ahmed Bujari, quien dijo que en este momento necesitan la laicidad.
Frente a él, Modi, líder del BJP, es un nacionalista hindú, en general hostil a los musulmanes, y está salpicado por los disturbios religiosos de Gujarat en el 2002.
Más de 1.000 personas, en su mayoría musulmanes, murieron en un brote de violencia después de convertirse en ministro jefe, lo que provocó que Estados Unidos y Europa lo boicotearan durante más de una década.
Un boicot que quedó sin efecto recientemente después de que parecía claro que podría vencer en las elecciones. El embajador estadounidense en Nueva Delhi se reunió con él por primera vez en febrero.
Nunca se ha podido establecer su culpabilidad pese a las muchas investigaciones, pero una ministra de su gobierno fue condenada a cadena perpetua en el 2012 por orquestar algunas de las peores matanzas registradas en la zona.