Montevideo
Los seis refugiados de Guantánamo que arribaron el domingo a Uruguay están exultantes y ansiosos por conocer Montevideo, para lo cual ya salieron a recorrer la ciudad mientras comienzan a aprender español.
"Ellos ya están caminando libremente por la ciudad", dijo el viernes Gabriel Melgarejo, secretario ejecutivo de la central sindical Pit-Cnt, que se ofreció para albergarlos y apoyarlos en sus primeros dos meses en el país.
"Están exultantes. Tienen ansiedad de caminar, recorrer y conocer", indicó.
Según fotos difundidas por el diario El Observador, en la tarde del jueves los refugiados caminaron por la costa montevideana y por la principal avenida céntrica e hicieron compras en un supermercado, siempre escoltados por miembros de la central sindical, que se turnan para acompañarlos.
Aunque en un principio contarán con traductores para ayudarlos en su inserción, este viernes los liberados -cuatro sirios, un palestino y un tunecino- comenzaban con clases de español.
Buena acogida. Melgarejo destacó que hubo traductores y profesores que se ofrecieron a ayudarlos en forma honoraria, además de empresarios que ya ofrecieron trabajos para los refugiados, una vez estén adaptados al país.
"Hay gente que ofrece campos para trabajar, un empresario que dijo para que fueran a trabajar a un restaurante, un dueño de una flota de taxis ofreció trabajo como taximetrista", contó.
A su llegada al país en la madrugada del domingo, en medio de un estricto operativo de seguridad, los exreclusos fueron llevados al Hospital Militar de Montevideo para un chequeo médico. Allí permanecieron hasta la madrugada del jueves, cuando fueron trasladados a la vivienda transitoria donde están actualmente.
Pese a que las autoridades señalaron que no habría acceso a los refugiados, y aunque estos no han hablado directamente con la prensa, pronto se difundieron fotos en las que se los [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20141212_0016]]ve saludando[[END:INLINEREF]] desde un balcón de la vivienda donde están alojados.
Los exdetenidos gozan de buena salud, han asegurado sus abogados en los últimos días.
Solo uno de ellos, Jihad Diyab, quien se había declarado en huelga de hambre y era alimentado a la fuerza en la prisión, "está en una fase de recuperación", explicó Melgarejo. "Su relación masa corporal-peso está todavía desfasada, camina con muletas, pero está con muy buen ánimo", destacó.
Los refugiados -que llevaban más de 12 años en Guantánamo- llegaron al país a instancias del presidente José Mujica, un exguerrillero que vivió en carne propia un largo cautiverio en condiciones infrahumanas y que accedió a un pedido de su par estadounidense, Barack Obama, alegando razones humanitarias.
Mujica aún no ha visitado a los excarcelados.
El traslado de presos a Uruguay es el primero desde Guantánamo a un país sudamericano y el segundo a Latinoamérica, después de que El Salvador acogió en el 2012 como refugiados a dos presos uigures, que luego abandonaron el país.
En la controvertida prisión, inaugurada en el 2002, quedan 136 detenidos, de los cuales 67 fueron calificados como "liberables".