Riad
El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, se reunió este miércoles con dirigentes saudíes para revitalizar la alianza de Riad con Washington frente a Irán y sus actividades "desestabilizadoras" en Oriente Medio.
"Donde sea que se mire" en Oriente Medio, "si hay problemas, está Irán", aseveró el jefe del Pentágono tras reunirse con el rey Salmán de Arabia Saudí y el ministro de Defensa, el poderoso príncipe heredero Mohamed ben Salman.
Mattis defendió, asimismo, los esfuerzos de Arabia Saudí, líder de las monarquías petroleras y potencia sunita del Oriente Medio, para "restaurar la estabilidad en esta región crucial del mundo".
"Es de nuestro interés que Arabia Saudí tenga fuerzas armadas y servicios secretos fuertes", declaró.
Rivalidad regional. Los dirigentes saudíes se inquietan por la influencia de Irán en los países árabes, que utilizaría a las comunidades chiitas para afianzarlo, como en Baréin, Líbano o Yemen.
Yemen, país fronterizo de Arabia Saudí, está en guerra civil desde hace más de dos años, los rebeldes hutíes (chiitas), respaldados por Teherán, se enfrentan a las fuerzas progubernamentales ayudadas por una coalición árabe liderada por Riad, que recibe algún apoyo militar de Estados Unidos.
"Tenemos que impedir el esfuerzo de Irán para desestabilizar" Yemen y crear "una nueva milicia como el Hezbolá", la poderosa milicia chiita libanesa, declaró Mattis en Riad.
Pero no señaló si la nueva administración estadounidense iba a reforzar el apoyo militar a la coalición árabe e hizo más bien hincapié en el objetivo de las negociaciones de paz.
Estados Unidos busca "que esta crisis esté en manos de un equipo de negociadores bajo la égida de la ONU, que pueda intentar encontrar una solución política lo más rápidamente posible", afirmó.
La llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, que no cesa de denunciar la "influencia nefasta" de Irán en Oriente Medio, favorece los intereses de Riad.
Mattis mencionó la posibilidad de una visita de Trump a Riad. "Lo que podamos hacer aquí podría abrir la puerta a una visita de nuestro presidente a Arabia Saudí", declaró.
Washington impuso nuevas sanciones a Teherán por realizar ensayos balísticos en febrero.
Ojo a los hutíes. Estados Unidos tiene también en la mira las actividades de los rebeldes chiitas hutíes en Yemen, acusados de "amenazar" la libre navegación en el estratégico estrecho de Bab al Mandeb, vía de tránsito entre el mar Rojo y el océano Índico.
Acusan además a Irán de haber entregado armas a los hutíes, misiles en particular, que "amenazan" esta crucial ruta del comercio mundial.
Irán tiene por objetivo convertirse en "el poder predominante" en Oriente Medio, declaró el mes pasado ante el Congreso estadounidense el general Joseph Votel, jefe del Centro de mando de las fuerzas estadounidenses en la región.
Los responsables del Pentángono son sin embargo muy prudentes por el momento sobre lo que podrían hacer en favor de Arabia Saudí.
Washington espera de Riad que aumente su participación en la campaña contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak y Siria. Mattis sugirió la posibilidad de que Riad participe con operaciones aéreas o aumentando el esfuerzo de ayuda humanitaria.
La guerra contra el EI sigue siendo "la prioridad" de Estados Unidos, subrayó.
El jueves, Mattis viajará a Egipto y el viernes a Israel, en donde se reunirá con el primer ministro Benjamín Netanyahu, y con el responsable de la cartera de Defensa, Avigdor Lieberman. El sábado visitará Catar.
Algunos expertos conservadores estadounidenses estiman que Estados Unidos debe trabajar en la creación de un frente común contra Irán entre Israel y las monarquías del Golfo que, por ahora, no tienen relaciones diplomáticas con el Estado hebreo.