EscucharBogotá. La Fiscalía de Colombia hizo pública una denuncia sobre un presunto plan de la guerrilla del ELN para asesinar al jefe del ministerio público, Francisco Barbosa. Este hecho tuvo un fuerte impacto en las negociaciones de paz entre el gobierno y los rebeldes, quienes recientemente inauguraron un cese al fuego bilateral.
Según el ente investigador, este martes revelaron que existen informes que indican que guerrilleros están siendo entrenados en Venezuela con el propósito de llevar a cabo un atentado contra Barbosa, posiblemente utilizando francotiradores.
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Por su parte, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) rechazó un día después las acusaciones de planear el asesinato del fiscal general. En su lugar, argumentaron que esta denuncia busca desestabilizar los diálogos de paz, los cuales iniciaron en noviembre.
La delegación de negociadores de la guerrilla, conocida como “X”, expresó en Twitter: “Es falsa la noticia que ha presentado el fiscal Barbosa. Con ello intenta sabotear el proceso de diálogo que está en desarrollo entre el Gobierno y el ELN”. Además, el ELN tomó un comunicado de la Fiscalía y escribió la palabra “FALSO” en letras rojas sobre el mismo.
La denuncia detalla que en julio, cinco cabecillas rebeldes se reunieron al otro lado de la frontera colombo-venezolana para iniciar un operativo dirigido contra Barbosa. Este último fue uno de los críticos más prominentes de la política de negociaciones del presidente izquierdista Gustavo Petro con organizaciones armadas.
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Ministro de Defensa Iván Velásquez (L) y al Fiscal General Francisco Barbosa posar para una foto después de celebrar una reunión en Bogotá (-/AFP)
La Cancillería de Venezuela emitió un comunicado en el cual expresa su “profunda preocupación ante las escandalosas informaciones” y asegura que llevarán a cabo una “exhaustiva y transparente investigación” sobre el posible uso de su territorio con fines “terroristas”.
Según medios locales, uno de estos comandantes es Eduardo Galvis, quien participó en el secuestro de un avión en pleno vuelo en 1999.
El canciller Álvaro Leyva, desde la ciudad brasileña de Belém, donde acompaña a Petro en una cumbre por la Amazonía, instó a “esclarecer la verdad” y sugirió que esta situación podría ser parte de una conspiración contra las negociaciones de paz. “Es fundamental investigar a fondo, ya que esto podría representar una amenaza significativa al proceso de paz”, declaró el ministro a los periodistas.
La oposición, que observa con recelo la posibilidad de que el ELN se desarme para participar en la política, solicitó el fin de los diálogos que tuvieron lugar en Caracas, La Habana y Ciudad de México. Aunque está planeado que las partes se reúnan nuevamente en la capital venezolana a partir del 14 de agosto, no está claro si esta agenda se mantendrá.
Barbosa se reúne con líderes militares para abordar la situación
Acompañado de guardaespaldas, Barbosa sostuvo una reunión matutina con la cúpula de las Fuerzas Militares y el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Al término de este encuentro, el jefe de la cartera de Defensa manifestó: “Consideramos que, con toda prudencia pero con total responsabilidad, debemos evaluar detenidamente toda esta información y llevar a cabo las acciones pertinentes”.
La Fiscalía comunicó el martes que los servicios de inteligencia de las Fuerzas Militares, junto con dos de sus unidades especializadas, emitieron una alerta ante la posibilidad de un atentado por parte del ELN.
Barbosa agradeció el respaldo brindado por el gobierno y las fuerzas uniformadas, resaltando su importancia para “aclarar cada una de las informaciones que han generado una investigación judicial”.
Otty Patiño, el jefe negociador del gobierno, afirmó que, si las acusaciones resultan ser ciertas, el ELN estaría violando los principios fundamentales del derecho internacional humanitario.
Ante esta situación, los insurgentes solicitaron “una reunión extraordinaria” del Mecanismo de Monitoreo y Verificación del proceso de paz, que cuenta con la participación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Iglesia Católica.
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El exguerrillero del M-19 Otty Patiño, jefe negociador del Gobierno de Colombia en los diálogos de paz con el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN). Camilo González y Otty Patiño tiene en sus manos la fragilidad de la paz. Conocedores de la guerrilla por dentro a través de su propia experiencia o investigación, son los designados por el presidente Gustavo Petro para acabar con la insurgencia armada en Colombia. (DANIEL MUNOZ/AFP)
Llamados a suspender los diálogos de paz
La denuncia presentada por Barbosa generó alarma entre los miembros del partido opositor Centro Democrático, quienes solicitaron poner fin a las negociaciones de paz.
El expresidente derechista Álvaro Uribe (2002-2010) cuestionó: “¿Cómo es posible alcanzar la paz con un grupo que amenaza con asesinar al Fiscal de la Nación?”.
Paloma Valencia, congresista del mismo partido, recomendó la suspensión de los diálogos con el ELN. Según cifras oficiales del año 2022, se estima que el ELN cuenta con al menos 5.800 combatientes.
Las partes involucradas, la guerrilla con casi 60 años de historia y el gobierno, se reunieron la semana pasada en Bogotá coincidiendo con la entrada en vigor de un cese al fuego bilateral con duración de seis meses.
Las Fuerzas Militares están llevando a cabo una investigación sobre seis posibles violaciones al cese al fuego por parte del ELN.
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