Saná. AFP. Al-Qaeda reivindicó ayer un atentado con coche bomba en Saná, la capital de Yemen, contra la residencia del embajador de Irán, acusado de apoyar a las milicias chiitas que intentan extender su influencia en el país luego de haber tomado la capital.
Una persona murió y 17 resultaron heridas en la explosión, la cual tuvo lugar cuando el enviado de Irán, Hasan Sayed Nam, no estaba en su residencia del barrio diplomático de Saná, indicaron fuentes de los servicios de seguridad.
El grupo Ansar al-Charia, una rama de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AGPA), reivindicó el ataque unas horas más tarde, el segundo ataque este año contra intereses iraníes en Yemen.
El 18 de enero, el diplomático Alí Asghar Asadi falleció por disparos cuando salía de su residencia.
Otro diplomático iraní, Nur-Ahmad Nikbakht, secuestrado en julio en Saná , sigue en manos de sus captores, que, según fuentes tribales, son miembros de al-Qaeda.
Aunque se desconoce la identidad del hombre que murió el miércoles, un responsable de los servicios de seguridad manifestó que era un vigilante de la residencia.
Violencia creciente. La violencia se ha acentuado en Yemen desde que en setiembre fue tomada la capital por la milicia chiita Ansarualá , acusada de tener apoyo de Irán.
La red sunita al-Qaeda también está activa en el país, donde ha jurado librar un combate sin cuartel contra los milicianos chiitas de Ansarualá.
En Yemen son frecuentes los secuestros de ciudadanos extranjeros por tribus o por grupos terroristas como al-Qaeda, que usan a los rehenes para presionar a las autoridades gubernamentales para que respondan a sus demandas.