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Seguidores del Partido Libre protestaron anteayer, en Tegucigalpa, contra una reforma electoral infructuosa. | EFE (Gustavo Amador)
Tegucigalpa. ACAN-EFE. Más de cinco millones de hondureños podrán ejercer el voto en las elecciones generales del 24 de noviembre, que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se aprestaba a convocar anoche.
Un portavoz del TSE informó ayer de que de los 8,3 millones de habitantes que tiene Honduras, unos 5,2 millones podrán votar, aunque alrededor de un millón viven en el extranjero, particularmente en Estados Unidos.
Además del presidente, los ciudadanos escogerán a tres vicepresidentes, 128 diputados al Congreso con sus respectivos suplentes, 20 diputados al Parlamento Centroamericano (igual número de reemplazantes) y 298 alcaldes.
El presidente del TSE, David Matamoros, manifestó que modalidades como la del voto electrónico, que exigen líderes de algunos partidos, todavía no se sabe si se pondrán en práctica.
Agregó que el organismo está a la espera de la opinión que darán la próxima semana organismos internacionales como Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
De eso dependerá si el TSE aprueba el voto electrónico a nivel nacional o regional, destacó.
Datos más rápidamente. Agregó que en los comicios de noviembre, que serán los novenos consecutivos desde que el país retornó a la democracia en 1980, habrá “avances tecnológicos” que implicarán el mejoramiento de la transmisión de datos tras finalizar las votaciones, por ejemplo.
En su opinión, la credibilidad del proceso no solamente depende de la confianza en el organismo electoral, sino también de la actitud de los candidatos, las propuestas que puedan hacer y de la población en general.
Por primera vez en la historia política de Honduras, nueve partidos políticos tendrán participación en unas elecciones generales, cuatro de ellos surgidos tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente, Manuel Zelaya.
Uno de los principales protagonistas en la actual contienda electoral es precisamente Zelaya, coordinador general del Partido Libertad y Refundación (Libre) , constituido tras su derrocamiento.
La candidata de Libre es la esposa de Zelaya, Xiomara Castro, quien el miércoles, acompañada de su marido y de centenares de activistas del Partido, protestaron frente al Parlamento contra una reforma electoral que impulsaba el candidato del Partido Nacional, (actualmente en el Gobierno), Juan Hernández, que también preside el legislativo.
Hernández pretendía con la enmienda, que no llegó a presentarse en el Congreso, que el Tribunal Supremo Electoral designara con nombre y apellido al presidente y secretario general en las mesas electorales, cuyos miembros siempre han sido seleccionados por los mismos partidos políticos.
