Firmadas por un grupo autodenominado Los Caballeros Templarios, las mantas fueron colocadas en distintas localidades de Michoacán, donde a finales de enero otros mensajes anunciaban la presunta disolución de La Familia, considerada la principal organización de tráfico de metanfetaminas.
En uno de los mensajes, Los Caballeros Templarios señalaron que buscarán salvaguardar el orden, evitarán robos, secuestros, extorsiones y protegerán al estado de grupos rivales.
Las mantas se colocaron en varios puentes peatonales de Morelia, capital del estado de Michoacán, y de otras localidades como Zitácuaro y Apatzingán.
Las autoridades policiales retiraron los mensajes y hasta el momento no han informado si dan veracidad a la aparición de un posible nuevo grupo.
“A la sociedad michoacana le hacemos de su conocimiento que a partir del día de hoy estaremos laborando aquí las actividades altruistas que antes realizaban los de La Familia Michoacana”, se leía en una de las mantas.
Michoacán es considerado el principal bastión de La Familia, un cartel que intenta mostrar -a través de mantas- una imagen de que su empeño es defender a la población, aunque el Gobierno dice que es solo una estrategia para ocultar su verdadero rostro.
El nombre parece hacer referencia a la orden militar de los Caballeros Pobres de Cristo y el Templo de Salomón, fundada en 1118 en Jerusalén para proteger a los peregrinos que acudían a los lugares santos durante la Primera Cruzada.
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