El estadounidense Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía del 2001, hará, el próximo jueves 11 de junio, una exposición sobre los retos de la economía global y los países de América Latina para los próximos años, en medio de los desafíos marcados por la pandemia del coronavirus.
El economista brindará su visión de la realidad de la región durante la conferencia virtual Claves para repensar el presente y futuro de América Latina organizada por el Banco de Desarrollo de América Latina (entidad conocida como la CAF).
Tras la exposición Stiglitz, junto con especialistas de varias organizaciones internacionales, debatirán sobre el impacto de la crisis del covid-19 en los países latinoamericanos.
El panel lo completan Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal); y Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
También participará Enrique Iglesias, expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La conferencia organizada por la CAF es gratuita y, quienes deseen participar deben registrarse de manera previa en el sitio web de la organización www.caf.com
La apertura y el cierre de la actividad estará a cargo de Luis Carranza, presidente ejecutivo de la institución.
El organismos multilateral organiza la actividad como parte de la conmemoración de los 50 años de su fundación.
La CAF nació en 1970, como la Corporación Andina de Fomento, luego de un acuerdo logrado entre Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela.
La entidad está conformada actualmente por 19 países de los cuales 17 son de América Latina, incluido Costa Rica; además España y Portugal.
El organismo multilateral brinda financiamiento para proyectos en agua, electricidad, vivienda, educación, salud, movilidad y telecomunicaciones.
Tras la crisis global provocada por la pandemia sanitaria, la CAF puso a disposición a sus países miembros una línea de crédito por un total de $350 millones para la atención de la emergencia sanitaria. El monto máximo por paíse es de $50 millones.
Asimismo, una línea por $2.500 millones para el financiamiento de políticas económicas anticíclicas.
Carranza enfatizó que la organización tiene como fin único mejorar la calidad de vida de todos los latinoamericanos por medio del apoyo técnico y financiero a las agendas de desarrollo nacionales y regionales.