Aunque admite que ha tenido discrepancias con otros ministerios que impulsan la producción interna, sobre todo en lo relativo a la aplicación de algunas reglas relacionadas con el comercio, el ministro de Comercio Exterior (Comex), Alexánder Mora, calificó esos diferendos como algo normal en un gabinete.
Así se refirió a las asperezas con la visión del gobierno actual sobre la Alianza del Pacífico, las importaciones de aguacate, cerdo o arroz, o la atracción de inversión extranjera, donde el más reciente roce se dio con la anunciada instalación de un centro de servicios de Uber.
Mora, por otra parte, dijo que la parte más difícil para las exportaciones nacionales ya pasó y, que, de no variar las condiciones durante el año, este 2016 será mucho mejor para el comercio exterior de Costa Rica.
¿Se ha sentido presionado o le han pedido la renuncia en los momentos de discrepancia con otros ministerios?
No me siento ni desde lejos presionado. Cada vez que hemos tenido algún tema de divergencia importante, específicamente en aplicación de reglas y cosas de estas, bueno, lo hemos socializado con el presidente (Luis Guillermo Solís), se ha manejado respetando las competencias, como tiene que ser, y en esa lógica es que hemos trabajado y hemos seguido trabajando. Los colegas del gabinete son profesionales, cada uno tiene su responsabilidad y, esto, la política es la política.
”Además, debo tener claridad sobre otra cosa: el ministro de Agricultura tiene detrás una gran presión del sector agrícola; el ministro de Economía tiene atrás una gran presión del sector industrial... Todos tenemos presiones. Entonces, el que yo tenga presión, no significa que eso es una condición mía. Sé que ellos tienen igual montones de presiones y, en la interacción y, en el debate y, en el diálogo, es donde al final tenemos que ir llegando a acuerdos. Algunas cosas se pueden resolver más rápido, otras más despacio; en algunas tengo que ceder yo; en otras, ellos”.
¿Cómo analiza las discrepancias con otros ministros?
Hemos tenido discrepancias sobre la aplicación de algunas reglas (los compromisos internacionales asumidos por Costa Rica) y eso es natural. Nosotros henos advertido, en algunos momentos, de que esas reglas se han aplicado con algunas debilidades; eso lo hemos dicho. Entonces, eso, obviamente, ha generado hacia adentro del Ejecutivo lo normal y es el debate: es sí, bueno, esto es competencia mía; yo opino que la regla se aplica así, usted –que negoció esa regla– dice que esa regla eventualmente se puede interpretar en su aplicación asá... Eso es lo que ha pasado.
”Ahora, había una serie de temas y, eso sí es claro, que dependían de ciertas decisiones. Por ejemplo, un tema fundamental para nosotros, en Comercio Exterior, era la implementación de la Banca para el Desarrollo, que el Gobierno anterior lo aprobó pero no lo implementó. La implementación de la Ley de Garantías Mobiliarias, que son instrumentos nuevos de ayuda al productor”.
¿Ha perdido vigencia el Comex en esta administración?
A mí me parece que lo primero que hay que tener claro es que el presidente (de la República, Luis Guillermo) Solís planteó, con total claridad, la idea de reactivar el mercado interno. Eso no significa y nunca significó apagar el mercado externo. Usted recordará aquel ejemplo que se plantea de la economía con los dos motores, el motor externo y el motor interno y la enorme queja que ha habido en Costa Rica sobre el gran énfasis que se le ha puesto al mercado externo y la baja intensidad con la que se ha trabajado en el mercado interno. Bueno, el presidente Solís, en realidad, lo que planteó fue, de alguna manera, una nivelación de esas dos perspectivas, que es necesario.
¿Cómo calza el Comex en esa estrategia del Gobierno?
Al mercado interno hay que sacarle provecho en dos sentidos: primero, como potencial económico, pero, segundo, en realidad la producción nacional tiene un gran potencial de colocarse en el exterior. Aquí estamos hablando de un balance necesario entre un gobierno altísimamente enfocado en crecer en el exterior y un gobierno que dice ‘hagamos eso, pero también hagamos un trabajo más profundo, más concienzudo, revisemos los mecanismos de apoyo a los productores, volvamos a sacar la asesoría técnica al campo, mejoremos condiciones de competencia en los mercados internos’. Yo, en realidad, no veo ninguna contradicción.
El año pasado no fue bueno para las exportaciones. ¿Cómo se espera este 2016?
El 2015 fue un año complicado, donde tuvimos de golpe la reconfiguración del sector de manufactura de componentes electrónicos y, a la vez, un fenómeno El Niño muy prolongado y muy fuerte. En este 2016, ya superamos la transformación de manufactura electrónica y, entonces, ya vamos a ver un crecimiento importante del sector industrial.
”El Banco Central anticipa un crecimiento cercano al 7%. Las exportaciones de servicios subirán un poco más que eso, entre el 7% y el 10% y, alrededor del 7%, las exportaciones de bienes. Aunque tenemos preocupaciones frente al clima, pues los modelos anticipan inestabilidad, creemos que va a ser un buen año”.