Para las personas que viven en cárceles, asilos de ancianos, orfanatos y cuarterías; para los indigentes, los que habitan en condominios, comunidades peligrosas y zonas de difícil acceso el INEC realizará operativos especiales para recopilar la información del Censo 2011.
Elizabeth Solano, coordinadora de este estudio, explicó que en el caso de las cárceles el censo lo realizan generalmente los docentes que dan clases a los reos.
Karla Jinesta, del equipo de diseño, procesamiento y análisis del INEC, explicó que si una persona vive en la prisión esta se considera su hogar.
Si la familia de la persona reside en otra vivienda, esta se califica como otro hogar.
Jinesta puntualizó que únicamente serán sujeto de censo los detenidos que ya recibieron una sentencia.
En caso de que un anciano no recuerde sus datos, deben acudir a los registros administrativos que tienen las entidades.
En estas viviendas colectivas no se aplica la parte de la boleta que se refiere a las características de la casa, pues no tienen una.
Las cuarterías las visitarán tanto personal del INEC como maestros que han querido participar.
Si en estos lugares dos familias viven en un mismo cuarto, comparten su presupuesto y hacen en común los alimentos se considera un hogar, explicó Jinesta.
Si hay dos familias que viven en un solo cuarto, pero no comparten su presupuesto, se las califica como dos hogares diferentes.
A estos lugares se ingresa en grupo, detalló Solano.
En el caso de condominios, se identificaron previamente y el INEC se comunicó con los administradores de los más grandes para que dejen pasar a los censistas.
En comunidades peligrosas los censistas son líderes del lugar.
En las zonas de difícil acceso, quienes harán el censo son personas de la comunidad o maestros.
En algunas de estas comunidades el censo se inició antes para evitar las lluvias; por ejemplo, en el Alto de Chirripó, donde hay varias comunidades indígenas, ya se recopiló la información. En estos lugares también se utiliza la ayuda de los baquianos.