La responsabilidad social empresarial (RSE) es “el compromiso permanente de las empresas para aumentar su competitividad, mientras contribuyen en el desarrollo sostenible de la sociedad mediante acciones concretas y medibles para solucionar los problemas prioritarios del país”.
Así lo creen y practican 91 firmas locales que procuran hacer negocios sostenibles con la economía, el ambiente y la sociedad, todas dentro de la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED).
El lunes anterior, una de esas compañías –Grupo Nación– presentó su proyecto de RSE: “Libros para todos”.
En el evento estuvo Celina Pagani, experta y consultora internacional en la materia, quien conversó con
Sí, se trata de proteger a la sociedad, se hace el bien y a la vez se asegura la propia supervivencia del negocio, en eso no hay nada de malo. Una empresa que une su ADN con una causa social y a la vez ayuda a su subsistencia futura consigue el enlace perfecto, pero hay que saber elegir los proyectos y diseñar una estrategia.
Hay que involucrarse en temas estratégicos para la compañía, que aporten a la cadena de valor o que afectarán la competitividad. Por ejemplo, si es una empresa de bebidas, que requiere una gran cantidad de agua, entonces deben proteger los recursos naturales para garantizarse el suministro a largo plazo. Hay que hallar un proyecto tan fabuloso que movilice a la gente dentro y fuera de la empresa.
Hay que cambiar la misión de la empresa. No solo concentrarse en lo comercial, así solo se eleva el ánimo de la fuerza de ventas.
Primero, el compromiso de la junta directiva y de la alta gerencia respecto de la misión, visión y la forma en que harán negocios y su impacto en lo económico, medioambiental y social. Luego, crear una serie de indicadores de desempeño en esas áreas y que estos tengan dientes. Por ejemplo, en el salario del presidente de la compañía hasta el del más humilde trabajador debería haber un porcentaje variable que dependa de si cumple las metas económicas, ambientales y sociales de su empresa.
La RSE es una forma de pensar. Si es la panadería de la esquina, ¿qué puede hacer? Tratar bien a la gente, ser íntegra en las decisiones, si sobra pan al final del día se puede donar a alguna institución que lo necesite y, a lo mejor, en lugar de solo regalar el pan, le puede enseñar a esas personas a cocinarlo.
Yo citaba el ejemplo de Unilever en India (multinacional de nutrición, higiene y cuidado personal que tras incursionar en comunidades rurales de India se percató de que la pobreza y malas condiciones de salubridad afectarían sus ventas si no cambiaba su estrategia de negocio). Unilever tuvo éxito porque rediseñó su cadena de valor. Creó un jabón de tamaño más chico, barato, cambió su forma de distribuirlo y de ahí salió algo bueno para la empresa y para la sociedad al incluir a las mujeres de bajos recursos en su modelo de negocios.
El negocio tiene que ser rentable. Por ejemplo, este proyecto de L
Al consumidor no se le puede minimizar, ni a la tecnología que está a su alcance. Si usted promete zapatos hechos con materiales reciclados... ¡cúmplalo!, porque su consumidor puede ir a Internet y saber si usted le dijo la verdad. Si es mentira, le arman una campaña en dos momentos en
La competitividad de una empresa puede ser afectada por cómo esta se enfrenta a los asuntos sociales y medioambientales que la rodean. Eso hace despertar a los empresarios porque los asuntos vinculados a ambos temas pueden paralizar la operación de una compañía. Pero, en general, en Latinoamérica hay una mezcla entre quienes piensan de la forma antigua (que la RSE es caridad o filantropía) y quienes la ven como una oportunidad.