Los acreedores de Grecia acordaron este lunes el desembolso de un tramo del rescate al país por 6.800 millones de euros, la mayor parte en las próximas semanas, pero a condición de que Atenas cumpla con las reformas exigidas.
"Grecia necesita hacer más esfuerzos", advirtió el jefe del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, al final de la reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro.
Por esa razón, la troika de acreedores de Grecia (el FMI, el BCE y la UE) acordaron un desembolso escalonado del tramo del rescate a Grecia y siempre sujeto a condiciones.
"Grecia ha hecho avances en la puesta en marcha de reformas estructurales y fiscales, que condicionan el desembolso de la ayuda, aunque en algunas áreas el ritmo ha sido demasiado lento", señaló un comunicado de los ministros de Finanzas de la zona euro, tras la reunión.
En las próximas semanas se entregarán 2.500 millones de euros, anunció el jefe del Eurogrupo en una rueda de prensa.
Estos serán desembolsados por el fondo de rescate europeo, mientras que otros 1.500 millones de euros vendrán de los bancos centrales europeos, que restituirán los intereses que reciben de la compra de deuda griega.
En agosto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) entregará otros 1.800 millones de euros.
Y finalmente los últimos 1.000 millones de euros (la mitad a cargo de la zona euro y la otra de los bancos centrales) se desembolsarán en octubre, "siempre y cuando Grecia haya cumplido con las condiciones exigidas", insistió Dijsselbloem.
Los europeos y sus socios de la troika exigen una reforma estatal y administrativa, que prevé el despido de miles de funcionarios y su movilidad, a cambio de la ayuda.
Pero se mostraron optimistas por los avances en el país.
Las autoridades griegas se "han comprometido a adoptar medidas correctivas" para cumplir con las metas de déficit para 2013 y 2014, indicó el comunicado.
Incluso la jefa del FMI, la francesa Christine Lagarde, pronosticó que "Grecia acabará probablemente este año con un superávit primario". Aunque añadió: "aún tiene mucho trabajo por hacer"
Durante los últimos días, el gobierno de Antonis Samaras y los enviados de la troika negociaron a contrarreloj con el objetivo de alcanzar un pacto antes de la reunión del Eurogrupo, la última antes de la pausa del verano boreal.
Grecia se comprometió a suprimir 4.000 empleos públicos antes de fin de año y a redesplegar cerca de otros 25.000. Pero el nuevo ministro encargado de estas reformas, Kyriakos Mitsotakis, ya advirtió que necesita más tiempo para los recortes.