La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) descartó negociar con el sindicato de la entidad una eventual aplicación del salario único para su planilla.
Sara Salazar, presidenta ejecutiva de Recope, confirmó que el cambio de una remuneración variable en virtud de pluses salariales a una fija, no está en discusión dentro de la renegociación de la convención colectiva que se inició en enero pasado.
El salario único es un sistema en que no se devengan pluses ni incentivos, sino que se paga un sueldo con base en estudios de mercado. Pasar a este esquema les permitió a otras 5 instituciones públicas un ahorro de ¢2.000 millones en el 2015.
Negociación. Recope y el Sindicato de Trabajadores Petroleros Químicos y Afines (Sitrapequia) esperan finalizar en el primer cuatrimestre de este año el proceso de diálogo para variar este acuerdo laboral.
“En el planteamiento que hicimos (al sindicato) no se contempla el salario único. Tampoco el tema ha sido discutido en Junta Directiva”, enfatizó Salazar.
El rechazo de la compañía estatal a plantear este tema va en dirección contraria a la posición del Instituto Costarricense de Electricidad y del Instituto Nacional de Seguros, que hace poco eliminaron el sistema de salario base más pluses, con el fin de reducir sus gastos en remuneraciones.
Manuel Rodríguez, secretario general de Sitrapequia, dijo que el salario único no es un tema de convención colectiva y, por tanto, no debe incorporarse en las actuales conversaciones.
“Nuestra ideología no es hacer una discriminación, y que una persona tenga un sistema (de salario base más pluses) frente a otro (salario global); eso es discriminatorio”, afirmó Rodríguez.
En febrero del 2015, la Comisión de Negociaciones de Convenciones Colectivas del Sector Público propuso recortar ¢8.320 millones de beneficios otorgados por la convención de Recope.
Dicho órgano planteó eliminar 19 artículos del acuerdo laboral por considerarlos abusivos, modificar 75 y dejar intactos 66 artículos.
Costo de personal. Los gastos relativos a la planilla –salarios y cesantía– de 1.700 trabajadores consumieron un 56% del total del gasto operativo, entre enero y setiembre del año pasado, según los estados financieros de Recope.
El rubro principal fue el de remuneraciones, que ascendió a ¢35.226 millones. Los salarios reportaron un alza de 7%, el año pasado, frente al 2014.
Luis Carlos Solera, jefe del Departamento de Estudios Económicos de Recope, explicó que la tasa de variación fue mayor porque el aumento salarial del segundo semestre fue aplicado en setiembre, mientras que en el año previo, en noviembre.
Del gasto total en salarios, 45% fue por anualidades, 20% por salario base, 10% se fue al fondo de ahorro de los trabajadores y el resto fue por pago de horas extra y cargas sociales, según la Contraloría General de la República.
En diciembre pasado, el ente contralor le prohibió a Recope hacer el aporte al fondo de ahorro por utilizar dinero de la venta de combustibles.
Los recursos paralizados ascienden a ¢6.450 millones.