Yuliana López, de 30 años y oriunda de Turrialba, formalizó un préstamo con la Mucap para comprar un terreno y construir su vivienda en abril pasado.
La joven, madre de una niña de dos años y jefa de hogar, destacó que ser ordenada con sus finanzas personales le favoreció a obtener la posibilidad de un bono de vivienda estatal y un préstamo hipotecario.
La experiencia de López aún es una excepción pues, en el sistema financiero nacional, la mayoría de los créditos para compra de casa se da a hogares dirigidos por hombres.
No obstante, la situación para las mujeres mejoró poco a poco en los últimos años. El informe Situación de la Vivienda y Desarrollo Urbano 2019, efectuado por la Fundación para Promoción de la Vivienda (Fuprovi), encontró que, desde el 2010, comenzó a elevarse el porcentaje de mujeres con acceso a financiamiento bancario, pero aún está por debajo del porcentaje de los hombres.
Para ese año, el 6,2% del total de hogares con jefatura femenina tenían un crédito, mientras que, en el 2019, fue el 9,4%. En tanto, del total de familias dirigidas por hombres, en el 2010, el 9,2% contaba con un préstamo para vivienda y, el año pasado, era 11%.
Aún así, el 62% del saldo de la cartera de préstamos para compra, construcción y preparación de casas estaba otorgado a hombres al cierre del 2019; frente al 38% a mujeres. A diciembre anterior, las entidades del sistema financiero tenían colocado ¢5,7 billones en este sector.
La brecha en financiamiento ocurre pese a que la distribución en la cantidad de créditos activos es menor.
De las 209.000 operaciones formalizadas, el año pasado, casi 90.000 estaban dadas a hogares con jefatura femenina, es decir el 43%. El 57% de los créditos, o sea 119.000 operaciones, estaba formalizado por hombres, según el estudio.
Franklin Solano, coordinador de la investigación, explicó que el margen genera una diferenciación en el monto de recursos prestado para vivienda.
En el caso de los hombres, el promedio de cada crédito es de ¢29,7 millones. En tanto, en las mujeres des de ¢24,7 millones, explicó Solano.
“Los hogares con jefatura masculina cuentan con mayor porcentaje de vivienda bajo la clasificación de tenencia pagando a plazo, comparado con el de jefatura femenina”, destacó el investigador.
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Solano detalló que uno de los obstáculos para las mujeres, para financiar su solución de vivienda, sería la brecha de ingresos.
Es la primera vez que la investigación de Fuprovi efectúa un análisis del sector de la vivienda con una visión de género desde el punto de vista de financiamiento y del estado de las viviendas según su jefatura.
El análisis efectuado se realizó con base en datos de la Encuesta Nacional de Hogares 2019, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Así como la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu).
En el 2019, el país contaba con 1,6 millones de hogares, de los cuales 656.434 eran dirigidos por mujeres.
Dificultad a abordar
Irene Campos, ministra de Vivienda, afirmó que actualmente no es posible determinar si hay una inequidad de género en el otorgamiento de crédito para vivienda, pues en muchos casos la operación se hace como núcleo familiar.
“Sí es posible que las mujeres jefas de hogar, sin pareja, tengan menor acceso al crédito. Mientras que cuando es el hombre quien solicita el crédito, una posibilidad es que sí tenga una compañera que contribuya al núcleo familiar”, destacó Campos.
La jerarca enfatizó que es necesario efectuar más investigación para encontrar, con mayor exactitud, las razones de de la diferencias en el la obtención de operaciones de crédito.
En tanto, María Isabel Cortés, directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), enfatizó que la banca atiende la demanda del crédito sin importar el género de cliente.
“La realidad es que los hombres demandan más crédito hipotecario que las mujeres. La razón se sustenta en que las mujeres participan en menor proporción en la fuerza de trabajo”, afirmó Cortés.
La vocera de la ABC destacó que el fenómeno descrito en el estudio no es distinto a la realidad global.
Para Annabelle Ortega, directora de la Cámara de Bancas e Instituciones Financieras, los ingresos del cliente son la clave durante el análisis de riesgo que las entidades financieras efectúan.
“En los análisis de crédito, que deben realizar los operadores bancarios y financieros, una parte fundamental son los ingresos que tiene el solicitante de crédito, así como su capacidad de pago. Es probable que la inequidad de ingresos sea uno de los aspectos más importantes”, afirmó Ortega.
Más bonos
El informe de la Situación de la Vivienda también realizó un análisis histórico de la entrega del subsidio estatal de bono de vivienda por género.
Al cierre del año pasado, más del 63% de los casi 15.000 beneficios entregados se dieron a mujeres. Sin embargo, esta situación no era así antes del 2009, cuando los hombres eran quienes más recibían bono.
De hecho, en el recuento histórico de distribución por género (los datos se generan desde 1987), los hogares con jefatura masculina se mantienen por encima de las familias dirigidas por mujeres, con el 59% de los 380.122 bonos dados en el país en los últimos 32 años.
“Los programas en los que la participación de la jefatura femenina es mayor son en los bonos de ‘Situación de Emergencia y Extrema Necesidad‘“, se detalla en el estudio.
“Desde el punto de vista de política pública lo que hemos hecho es un diagnóstico con datos más certeros para poder tomar decisiones más claras con base en evidencia”, destacó la Ministra de Vivienda.
El estudio de Fuprovi también encontró que, en el 2019, el 45% hogares con jefatura femenina presentan condiciones regulares y malas. En el caso de los hombres es del 42%.