La posibilidad de utilizar garantías mobiliarias como respaldo en las operaciones de crédito ya despegó, pero su adopción todavía avanza a ritmo lento tras año y medio de vigencia.
Los préstamos no crecen rápido pues la banca está aún en fase de aprendizaje, aunque el registro de las prendas sí es un proceso dinámico, afirmaron ejecutivos del sector.
La Ley de Garantías Mobiliarias entró en vigor en mayo del 2015 para facilitar el acceso al crédito de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Su implementación abrió las puertas para que los negocios que buscan financiamiento para sus actividades económicas, y que no cuentan con un inmueble para hipotecar, puedan aportar otro tipo de respaldo en los créditos comerciales (maquinaria, equipo, inventarios, cuentas por cobrar, facturas, cosechas, por ejemplo).
Por ahora, la experiencia es poca para que su uso tome fuerza, según explicaron a La Nación los bancos públicos y privados que reciben estas garantías.
Entidades como el Banco Nacional de Costa Rica (BN), Banco Popular, Scotiabank, BAC Credomatic, Cathay y Prival Bank admiten estas garantías.
Por ejemplo, el Nacional ha formalizado solo 87 créditos con este tipo de respaldos.
Bancrédito aún no ofrece la posibilidad pero planea hacerlo después del segundo semestre del 2017. Por su lado, las mutuales no tienen contemplado hacerlo.
“El uso de estas garantías será más frecuente cuando haya aprendizaje y pericia en el mercado para la valoración de garantías tan particulares como contratos, cuentas por cobrar y patentes, entro otros”, manifestó Jorge Bonilla, director general de Crédito del BN.
Los beneficios que ofrece la ley son suficientes para que la banca augure que el volumen de este tipo de avales aumentará conforme mayor sea el aprendizaje sobre su uso por parte del sector financiero y de las empresas.
Cuadro actual. Entre tanto, el Sistema Informático de Inscripción de Garantías Mobiliarias, del Registro Nacional, contabilizaba (con corte al 20 de octubre anterior) 12.191 nuevas garantías, más 1.852 que migraron del sistema previo, detalló Mauricio Soley, director de esa dependencia.
El 72% de esos respaldos corresponden a cesión de derechos económicos, garantía simple y factoreo. En los últimos puestos está el fideicomiso.
La mayor porción de los bienes son maquinaria y equipo, acciones, obligaciones y bonos. Además, 57% del total de partes que registraron garantías (18.048) son compañías grandes o personas físicas, y no pequeñas y medianas empresas (pymes).
Donde la ley sí tuvo un fuerte impacto fue en la evaluación externa del clima local de negocios.
Este fue uno de los factores que le permitieron al país avanzar 21 lugares en el informe Doing Business 2016, del Banco Mundial, que se presentó el año pasado. En el reporte 2017, entregado el martes anterior, Costa Rica permaneció sin avance.