El Fondo de Garantías y Jubilaciones del Banco Nacional afronta una serie de riesgos que amenazan la estabilidad del régimen especial de pensiones de los empleados de la entidad financiera.
Entre las debilidades están que el aporte del Banco y los empleados es insuficiente para pagar a los retirados, hay reducción del crecimiento de la reserva, baja en la cantidad de cotizantes y concentración de las inversiones en títulos de Gobierno, según el estudio actuarial del Fondo.
El informe, de setiembre del 2014, concluyó que el régimen tiene un “pequeño” superávit proyectado de ¢8.800 millones cuando se analiza con población abierta (entran nuevos cotizantes); y un déficit de ¢140.000 millones con población cerrada.
Por tal razón, el documento recomendó reducir los beneficios futuros de pensión, en especial quienes ingresen al Banco con edades superiores los 33 años.
Carlos Chavarría, gerente del Fondo, descartó que el régimen pase por una situación crítica, aunque reconoció que revisan el sistema. “El déficit señalado se compensa con el ajuste en el perfil de beneficios ”, recalcó Chavarría.
El fondo tenía el año pasado 5.480 cotizantes y 1.317 jubilados con un promedio de ¢600.000 de pensión mensual. Ninguna otra institución pública, con un régimen de jubilación especial, posee un monto tan alto.
La reserva era de ¢134.800 millones a junio del 2014.
Detalle. El Banco Nacional aporta un 10% del total de los salarios de sus empleados al fondo y los trabajadores, el 5%. El año pasado, tal cotización fue de ¢9.200 millones, pero el gasto en pensiones ascendió a ¢10.300 millones, según el estudio actuarial.
Para cubrir la diferencia se tomaron recursos destinados a la reserva, lo que generó un menor crecimiento, detalla el informe.
Juan Carlos Corrales, gerente general a. i. de la entidad financiera, dijo que no hay insuficiencia de recursos en el régimen.
Añadió que el órgano de dirección del Fondo –compuesto por representantes del Banco, trabajadores y pensionados– debe proponer cambios que modifiquen el perfil de beneficios de los pensionados futuros.
Chavarría confirmó que analizan aumentar la edad de jubilación a los 65 años. Actualmente, el reglamento del régimen establece una tabla de edad para jubilarse que va de los 55 a los 62 años, según el tiempo de cotización del beneficiario.
El análisis actuarial estableció que casi 1.000 empleados pueden acogerse a dicho beneficio y obtener una pensión equivalente a un 71,5% del salario o adelantar el retiro hasta por cuatro años.
Otra de las modificaciones que se evalúan es permitir la postergación del retiro. Tal medida daría más recursos al Fondo y permitiría al beneficiario mejorar su pensión, dijo Chavarría.
La reforma en los beneficios debe avalarla la Junta Directiva del Banco Nacional. El último cambio se hizo en el 2006.