Esa leve ganancia permitió que el índice de desempleo se redujera en una décima, hasta el 8,1%, lo que supone el nivel más bajo desde enero de 2009, pero los inversores no se dejaron impresionar por ese dato, puesto que se debe principalmente a que hay menos personas que buscaron activamente un trabajo.
Los desalentadores datos sobre el mercado laboral estadounidense tuvieron un especial impacto sobre la cotización del crudo de Texas, que registró su mayor caída del año –del 3,94 %– y perdió la simbólica cota de los $100 por barril por primera vez desde febrero pasado, al colocarse en $98,49.
La caída del crudo golpeó particularmente al sector energético, que cedió 2,14% en su conjunto, con fuertes descensos entre las petroleras que forman parte del Dow Jones: Chevron (-2,14 %) y Exxon Mobil (-1,26 %).