El crédito en colones dirigido al sector privado registró, hasta junio pasado, 10 meses consecutivos de aceleración.
En ese mes, el saldo de recursos prestado por las instituciones financieras a familias y empresas ascendió a ¢13,5 billones, es decir, un incremento de 3,6% comparado con el mismo periodo del 2020, cuando el monto fue de ¢13 billones, según el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
En contraste, los préstamos en dólares registraron una caída de 5,4%, al primer semestre del 2021, comparado con el mismo plazo del 2020.
El saldo en moneda extranjera fue de $12.530 millones, a junio pasado, frente a los $13.228 millones, doce meses antes.
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El crédito en colones venía en un proceso de desaceleración desde el primer trimestre del 2019.
Con la pandemia, la tasa de variación prácticamente se estancó y tocó fondo en junio del año anterior, cuando fue de 0,66%.
Sin embargo, a partir de setiembre del año pasado, comenzó el proceso de aceleración en cual aún se mantiene, muestran los datos del ente emisor divulgados durante la presentación de la revisión del Programa Macroeconómico 2021-2022, el pasado 30 de junio.
El Banco Central con su política monetaria expansiva lo que está tratando es impulsar mejores condiciones crediticias y un alivio a los hogares y las empresas. El alivio ya se consiguió mediante la baja en tasas de interés“.
— Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central.
Rodrigo Cubero, presidente de la institución monetaria, afirmó que el repunte de la colocación de crédito en moneda nacional es coherente con los estímulos impulsados desde la entidad para favorecer la recuperación económica.
“El crédito al sector privado en colones ya lleva varios meses seguidos de aceleración y hemos visto un crecimiento sostenido, que lleva la tasa de crecimiento a 3,6% a junio”, dijo el funcionario.
El ente emisor comenzó en marzo del 2019 un proceso de reducción de su tasa de política monetaria (TPM), desde el nivel de 6,20% en el que se encontraba.
A partir de ese momento, la Junta Directiva del BCCR efectuó 10 diferentes disminuciones en la TPM hasta dejarla, a partir de junio del 2020, en 0,75%, la más baja en toda su historia.
La tasa de política monetaria es aquella que el Banco Central considera que es coherente con el costo de la liquidez en un momento dado y, generalmente, tiene impacto en el resto de tasas de interés del mercado.
“El Banco Central con su política monetaria expansiva lo que está tratando es impulsar mejores condiciones crediticias y un alivio a los hogares y las empresas. El alivio ya se consiguió mediante la baja en tasas de interés”, destacó Cubero.
El ente emisor prevé que, para este año y el 2022, el crecimiento del crédito para el sector privado en el sistema financiero ronde el 4%.
Sin embargo, el economista José Luis Arce dijo que son menos optimistas las previsiones del BCCR, dadas las elecciones del próximo año y el ajuste a aplicar a raíz del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Las condiciones de financiamiento del Gobierno y las condiciones crediticias del sector privado serán mucho más restrictivas y el crecimiento de la economía orientada a la demanda doméstica será mucho más lento”, destacó Arce.
Menor peso
Los datos del BCCR muestran que el crédito en moneda extranjera cumple más de tres años con tasas de variación negativas.
Por ejemplo, a inicios del 2003, poco más del 60% del crédito dado por los bancos, cooperativas y financieras estaba en dólares, mientras que en colones era del 40%.
Dicha tendencia se revirtió en los últimos años y, en junio pasado, el saldo en moneda extranjera era del 36,2% y, en moneda local, del 63,8%, según datos de la entidad pública.
“La tendencia de la desdolarización del crédito se mantiene, y vemos al Banco Central conseguir sus objetivos estratégicos de corto y mediano plazo, mediante el impulso al crédito en colones y la menor colocación en dólares, para mitigar el impacto de la pandemia y ayudar a la recuperación”, afirmó Cubero.
El jerarca afirmó que la reducción del crédito en moneda extranjera es un fenómeno a largo plazo, que también implica menor ahorro en esta moneda.
Cubero destacó que el colón debe retomar su prominencia como moneda de medio de pago, depósito y en préstamos.
Para él, una mayor flexibilidad cambiaria desincentiva la dolarización del crédito, pues las empresas y familias reconocen el mayor riesgo de solicitar recursos en divisas.