Nueva York
Walmart, la mayor cadena mundial de supermercados, anunció hoy un descenso del 5,7% en sus beneficios durante el año fiscal que concluyó el pasado 31 de enero, hasta los $16.000 millones.
Según la compañía, los gastos extraordinarios influyeron en la caída de $1.000 millones respecto a 2012.
Estos gastos extraordinarios han sido atribuidos por la empresa sobre todo a la rama brasileña de Walmart (que costó $1.100 millones en impuestos y problemas en los contratos de los empleados) , así como en los gastos en China, India y algunas reestructuraciones en Estados Unidos.
La compañía logró unos ingresos totales de $473.076 millones (un 1,6% o $7.500 millones más que en el ejercicio anterior , y el beneficio por acción fue de $4,85.
El mercado de mejor rendimiento para el gigante minorista sigue siendo el mercado interno estadounidense, donde ha registrado un 4% de aumento en los beneficios.
Sin embargo, en el último trimestre, al que prestaban más atención hoy los analistas estadounidenses, el beneficio trimestral por acción fue de $1,34, muy por debajo de los $1,68 del año anterior.
Las ventas netas en este período fueron de $128.800 millones, un 1,4% más que en el último trimestre de 2012.
"Continuaremos haciendo crecer nuestro negocio global concentrándonos en los clientes y ofreciéndole lo que quieran que se les ofrezca" , aseguró el presidente y director ejecutivo de Walmart, Doug McMillion, que destacó los $10.000 millones de dólares invertidos en adquisiciones, lo que supone un 30% más respecto a 2012.
Estos resultados, anunciados antes del inicio de la sesión en Wall Street, auguran una jornada de números rojos para los accionistas de WalMart y en las operaciones electrónicas previas a la apertura de los mercados las acciones marcaban ya un descenso del 1,72 %.