La terminal de contenedores de Moín, en Limón, será construida por un consorcio holandés según informaron altos funcionarios de APM Terminals, empresa a la que se le otorgó la concesión en marzo del 2011.
Tom Boyd (director) y Rogelio Douglas (gerente del proyecto) enviaron a La Nación un documento en el que explican que serán las compañías Van Oord y BAM International las que se encargarán de las obras, de acuerdo con un convenio firmado este sábado entre las partes.
En el comunicado se indica que Tiemen Meester, vicepresidente de Implementaciones de Negocio de APM Terminals, dio a conocer las razones del porqué se escogió a estas firmas.
“Son líderes mundiales en dragado y construcción. (Tienen) un record de amigabilidad con el ambiente, el mejor equipo de dragado de la industria y (un) vasto conocimiento de ingeniería y construcción”.
Meester añadió que ambas compañías gozan de gran prestigio en Holanda por la recuperación exitosa de las tierras en las que construyó el puerto de Rotterdam Maasvlakte II, ubicado en Holanda.
“Nos sentimos seguros de que ellos pueden alcanzar el mismo éxito en nuestra Terminal de Contenedores de Moín”, sostuvo.
Boyd y Douglas aseguraron que la terminal de Moín manejará el 80% del comercio marítimo de Cosa Rica, generará 400 nuevos empleos directos y unos 5.000 indirectos. Además inyectará $4.000 millones a la economía nacional.
La inversión por parte de APM es de $1.000 millones.
De acuerdo a la concesión que recibió APM del gobierno de Costa Rica, dicha infraestructura abrirá operaciones 36 meses después del inició de su construcción y la empresa tendrá su usufructo durante 33 años.
“Los estudios ambientales y sociales del proyecto han sido enviados al gobierno y están en espera de aprobación de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), la autoridad ambiental en Costa Rica, que estará listo en el primer cuatrimestre de 2014”, reza el documento.
Oposicion. No obstante, grupos de ecologistas y académicos se han pronunciado en contra de la construcción de este megaproyecto.
El 10 de setiembre, los líderes opositores Allan Astorga, Mauricio Álvarez y Álvaro Sagot presentaron ante Setena 21 observaciones técnicas para que no se le otorgue la viabilidad ambiental al proyecto.
Entre las observaciones, se indica que la solicitud de estudio de impacto ambiental realizado por Setena no tiene los requisitos pertinentes para un proyecto de esa magnitud.
Además, sostienen que el estudio no explica con claridad las actividades que se desarrollarán en ese espacio. “Desconocemos si ahí se almacenarán y manipularán sustancias hidrocarburantes y otras sustancias peligrosas, o si se van a instalar talleres o se desarrollarán actividades de alto riesgo ambiental”, afirman los opositores al proyecto.
Astorga, Álvarez y Sagot también alertan sobre los posibles daños que pueden sufrir los ecosistemas del humedal costero de Limón y del sur de esa provincia; la falta de un marco jurídico que regule el desarrollo del proyecto y la alta vulnerabilidad hidrogeológica.