Exdirector de Servicio Civil: 'Es más fácil ganarse la lotería que un despido en el sector público'

"Es más fácil ganarse la lotería que un despido en el sector público", esa fue la expresión que utilizó José Joaquín Arguedas, exdirector de Servicio Civil, para refirse a la ineficiencia de los sistemas de evaluación que utilizan las entidades de gobierno y adscritas para con sus empleados.

Y es que según una investigación realizada por La Nación, un 99% de los empleados de los ministerios y entidades adscritas reciben un pago extra cada año debido a su buen desempeño.

Con más de 30 años de trabajo en la Dirección General de Servicio Civil , José Joaquín Arguedas es un conocedor del tema del empleo público.

A criterio de Arguedas, los sistemas de pagos diferenciados, que en la actualidad son polémicos, son simples formas para competir salarialmente, no así, para dar fe de la calidad de un profesional.

De acuerdo con el artículo 5 de la Ley de Salarios de la Administración Pública, los aumentos anuales son concedidos a empleados públicos, por méritos a aquellos servidores que hayan recibido calificación por lo menos de 'bueno', en el año anterior, otorgándoseles un paso adicional, dentro de la misma categoría, hasta llegar al sueldo máximo.

Solo para el próximo año, el Gobierno presupuestó ¢267.000 millones para pagar este incentivo, lo cual alcanza para darlo al 100% de los trabajadores.

Solución. La creación de sistemas de gestión de calidad para las instituciones es la salida planteada por el ex director para que los sistemas de evaluación que actualmente se ejecutan tengan éxito.

Sin embargo, son dos condiciones las que debe de tener un sistema de evaluación del desempeño para que funcionen correctamente:

1. El jerarca de todo nivel debe ciertamente tener autoridad. Si no tiene poder para actuar sobre sus subalternos, por qué le van a hacer caso. El sistema público se ha cargado hacia los "derechos" del empleado y muy poco a sus deberes.

2. No puede funcionar un sistema de Evaluación del Desempeño, por sofisticado que sea, sin sustentarse en un sistema de gestión de calidad certificado".

Enfatizó, ese escenario ideal empezaría por certificaciones anuales para la institución y hasta dictadas por un tercero. "Insisto en que lo primero que se debe de evaluar es la institución, aplicando normas como las ISO".

A modo de ejemplo, Arguedas afirmó que de todos los países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), compuesto por 34 estados, solo uno ha dicho que ha tenido éxito en un sistema marcado por pluses salariales.

"El sector público podría perfectamente ganar un salario único. ¿Para qué una dedicación exclusiva, anualidades, si eso no va a definir la calidad de un servicio?", agregó.