REBAJA EN COMBUSTIBLES FOTO JOSE RIVERA
El Banco Central confía en que la inflación del país se mantendrá en el 2011 dentro del rango meta (entre 4% y 6%), y que para el 2012 se ubicará cerca del 4%.
Lo anterior, a pesar de los aumentos en el costo de algunas materias primas, como los combustibles, durante los últimos meses.
“Partiendo de la información disponible a mayo del 2011 y suponiendo que el Banco Central ajusta la postura de política monetaria en función del logro de su objetivo de inflación, se estima que la proyección central de la tasa de inflación al cuarto trimestre del 2011 se ubicaría en 5,6% y en 4,0% para el 2012”, señala la entidad en su informe semestral de inflación.
La entidad reconoce que hay presiones al alza. Una proviene de las expectativas de inflación, que se mantienen por encima de la meta, y la otra del incremento en el costo de las materias primas importadas.
A mediano y largo plazo, la entidad cree que con la mejora en el control monetario y la mayor flexibilidad cambiaria se podrá sostener una inflación baja y estable. Sin embargo, ello depende “críticamente” de la corrección del desequilibrio fiscal.
“La evolución de los precios y las expectativas de inflación para los próximos seis meses hacen pensar que existe una buena probabilidad de que la inflación, medida por el índice de precios al consumidor, se mantenga dentro de la meta del Banco Central en lo que resta del 2011. Para el 2012, las expectativas medidas por el propio Banco Central sugieren, al menos durante la primera mitad, una inflación anualizada que podría andar algo por encima de la meta”, dijo Franco.
Manuel Hernández, investigador de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional, opinó que si el Central continúa con la baja en las tasas de interés pondría en riesgo la meta de este año.
“El principal riesgo que posee el Banco en este momento es que está relajando la política monetaria, por medio de reducciones de la tasa de política monetaria; con lo cual envía señales de que su principal objetivo de corto plazo es lograr que el tipo de cambio se despegue del piso, a costa de presiones sobre la inflación”, dijo Hernández.