Port Elizabeth, (AP). Descartados del Real Madrid poco antes de iniciar la temporada, Arjen Robben y Wesley Sneijder siguen en una rutilante marcha de triunfos que está a dos adicionales de levantar la Copa del Mundo.
Valdría preguntarle la opinión a Manuel Pellegrini, el defenestrado técnico del Real Madrid, que se opuso a la venta de los dos astros holandeses.
Nunca me preguntaron con quién me quería quedar. Un director técnico tiene que tener más participación en la elaboración de la plantilla, dijo el entrenador chileno tras dejar el cargo en mayo pasado.
La salida de Robben y Sneijder se produjo más que nada cuando el club español decidió recuperar dinero en sus arcas tras los fichajes de Cristiano Ronaldo, Kaká, Karim Benzema y Xabi Alonso, que costaron 250 millones de euros (364 millones de dólares).
Pero el Madrid no pudo conquistar un solo título, fue eliminado por sexta vez seguida en los octavos de final de la Liga de Campeones y perdió los dos clásicos ante su eterno rival Barcelona.
El balance de los fichajes de los merengues fue irregular: Cristiano y Alonso rindieron, mientras que Kaká fue la sombra de su mejor nivel debido a lesiones y Benzema fue relegado a la suplencia.
Robben y Sneijder, en cambio, brillaron en sus nuevos clubes que se consagraron campeones en sus respectivas nacionales, el Bayern Munich en Alemania y el Inter de Milán.
Si el rumbo de Holanda continúa, Sneijder podría festejar cuatro cetros. Fue parte integral del Inter que consiguió una inédita triple corona para un club italiano al ceñirse los títulos de la Serie A, la Copa Italia y la Liga de Campeones.
Robben no estaría haciendo lo propio ahora mismo, ya que su Bayern Munich perdió la final de la Champions ante el Inter. Pero el conjunto bávaro pudo conseguir su octavo doblete de liga y copa.
En el Mundial de Sudáfrica, los dos jugadores pelados sido los baluartes de una selección que busca conseguir su primera corona. Cuatro de los siete goles holandeses han sido obra de ellos, tres de Sneijder y otro de Robben.
La pelota rozó mi calva y fue una sensación muy linda, dijo Sneijder sobre el gol de cabeza a los 68 y que estableció la diferencia en la victoria 2-1 sobre Brasil para avanzar a las semifinales.
Holanda no le ganaba a Brasil desde el Mundial de 1974, cuando Johan Cruyff hizo su irrupción al frente de la Naranja Mecánica.
Fue un partido maravilloso. Creo que le hemos demostrado a todo el mundo que sabemos jugar, dijo
Sneijder. Finalmente le pudimos ganar a Brasil.