Buenos Aires. AP El Rally Dakar se está convirtiendo en una de las competencias más riesgosas del deporte mundial.
Ya son 54 las víctimas mortales, desde la primera edición de la competencia, en 1978.
Pilotos, periodistas y hasta aficionados forman parte de la lista trágica del Dakar.
La primera muerte fue la del motociclista francés Patrick Dodín en 1979. Por su parte, el 14 de enero de 1986 se dio el accidente más grave en la historia de la prueba, cuando fallecieron cinco personas luego de que se estrellara un helicóptero en Gourma, Niger.
En ese incidente murió el creador de la competencia, Thierry Sabine. Ese año cuenta con la mayor cantidad de víctimas, con siete.
La edición de 1988 fue la segunda más trágica, con seis decesos, entre estos dos niñas atropelladas.
Milicias. Los enfrentamientos políticos también se han entrelazado con el rally, como en 1991, cuando el francés Charles Cabannes –piloto de un camión de asistencia– fue asesinado a disparos en una emboscada en el pueblo de Kadaouane, localidad controlada por el ejército de Malí.
En 1998, cuatro personas fallecieron y tres resultaron heridas en una colisión entre un vehículo de la competencia y un taxi.
El rally se realizaba entre Europa y África hasta el 2008, pero amenazas terroristas a la competición hicieron que se cancelara ese año. A partir del siguiente se trasladó a América del Sur.
En el 2009, el motociclista francés Pascal Terry falleció después de tres días de estar a la intemperie. Terry montó un campamento con comida y agua, pero no lo encontraron por un error de la comunicación entre los organizadores.
“Este deporte es así, apasionante, pero el riesgo está vigente”, dijo el ganador de la primera etapa del 2012, Francisco López.