Su nombre delata su herencia costarricense y ante la consulta no duda en contestar: “¡Mi papá es 100% tico! ¡Pura Vida!”
Se trata de Roberto Castro, un golfista que saltó al profesionalismo en 2007 y a punta de talento y esfuerzo se ganó un lugar entre la élite del PGA Tour, en donde desde esta temporada se codea con grandes de la estatura de los estadounidense Tiger Woods y Phil Mickelson.
Jugar en el PGA Tour, el máximo circuito del golf mundial, es el sueño de todo golfista, y para Castro, quien el 23 de junio cumplió 27 años, la experiencia en sus propias palabras ha sido “increíble”.
A esta altura de su temporada de novato suma 17 torneos jugados y su mejor resultado fue un empate por el sétimo puesto del Greenbrier Classic el domingo.
Tras ese resultado, sus ganancias para el año ya sobrepasan el medio millón de dólares y le permite ubicarse en el puesto 82 de la clasificación de la FedExCup, el ranquin que define a los 125 que avanzarán a los play-off.
Castro tuvo una brillante carrera universitaria, tanto en el área deportiva como en la académica. Integró en dos ocasiones el equipo estadounidense para la Palmer Cup, ganó el premio Byron Nelson en 2007 y fue reconocido como “All-American” en sus cuatro años de universitario en Georgia Tech. De dicho centro educativo se graduó con los máximos honores en Ingeniería Industrial en mayo de 2007.
Con la incertidumbre del que da el paso al golf profesional, recién salido de la universidad ganó el segundo torneo que jugó.
Avanzó al Web.com Tour, antes conocido como Nationwide Tour.
En ese circuito se ganó un puesto por medio de torneos clasificatorios y en un plazo de menos de tres años logró el ascenso al PGA Tour al ocupar el puesto 23 de la lista ganancias de 2011.