Y lo consiguió nada menos que con su primer jonrón del año en el Yankee Stadium. Un logro histórico digno de todo un capitán.
Con un buen
Jeter observó el toletazo mientras abandonaba la caja de bateo y aplaudió con fuerza al pasar la primera base. El inicialista de los Rays, Casey Kotchman, fue el primer jugador en felicitarlo, tocándose la gorra mientras Jeter pasaba satisfecho la almohadilla.
Para entonces, todos los compañeros de Jeter ya estaban festejando en el banquillo, levantando los brazos al unísono. Un momento especial para el famoso número 2, que logró su segundo
La pelota, una de las que fueron especialmente marcadas para la ocasión, desapareció en medio de un grupo de fanáticos, unas cuantas filas detrás del muro.
Christian López, de Highland Park, Nueva York, estaba sentado en la sección 236 del graderío, y fue quien se quedó con la reliquia. Devolvió la pelota a los Yanquis para que Jeter se la quedara.
Siguiendo su costumbre de mantener la concentración en el partido, el paracortos recorrió las bases velozmente. Pero no había forma de que tan importante momento pasara desapercibido.
Jeter, de 37 años y quien todavía atraviesa una temporada mediocre –de acuerdo con los parámetros de su exitosa carrera– saludó varias veces al público y luego apretó el puño y apuntó al palco donde estaban sentados sus padres y su novia, la actriz Minka Kelly.
Jeter también rindió tributo a sus oponentes. Apuntó a Price, mientras muchos de los jugadores de los Rays aplaudían su logro; incluso algunos salieron del
Al final del partido los Yanquis se impusieron 5-4, aunque el marcador a nadie le importó. Jeter incluso rebasó la marca de los 3.000, al batear de 5-5 con dos carreras anotadas y dos producidas.
El campocorto no pegaba jonrón desde el 8 de mayo, y este fue su primer palo de vuelta entera en el Yankee Stadium desde el 22 de julio del 2010. Esta semana volvió a jugar luego de superar una lesión.
Todas las leyendas de los Yanquis dejaron marcas distintas para la historia. Babe Ruth impuso el récord de jonrones, Lou Gehrig se convirtió en el