Cuando parecía que los campeones defensores de la NBA, los Golden State Warriors, iban a quedar eliminados en casa de los Oklahoma City Thunder, Stephen Curry y compañía cambiaron los papeles.
Un juego en el que los Warrioros fueron abajo durante todo el encuentro, lo terminaron ganando por 108-101 en los últimos tres minutos de partido y eso les permite seguir con vida.
Los muchachos de Steve Kerr no tenían mañana, era ganar o irse a casa a ver la final de la NBA por televisión y sin poder defender su corona.
Con el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma a reventar, los locales iniciaron con mucha convicción el encuentro. Ganaron el primer cuarto 20 a 23, finalizando el primer tiempo con una ventaja de cinco unidades (48 a 53).
Cuando terminó el tercer cuarto la ventaja era aún mayor (75 a 83), pero en el cierre del encuentro vendría la reacción de los Warriors, liderada por Stephen Curry y Klay Thompson, quienes impideron la eliminación.
Un triple de Curry colocó el empate a 99 puntos a poco más de dos minutos por jugar y ahí empezaron los errores del Thunder, fallando tiros y cediendo rebotes. Cuando quedaba solo un minuto con 35 segundos, un triple de Thompson le dio la ventaja a los Warriors por primera vez en el cierre por 104 a 101, ventaja que no soltaron.
Los Thunder no anotaron un solo punto más en el cierre del juego y Warriors logró empatar la serie a tres triunfos por bando. El campeón de la Conferencia Oeste se definirá en su casa este lunes a las 7 p. m.
Para los Warriors el máximo anotador fue Thompson con 41 puntos y Stephen Curry aportó otros 29, más 10 rebotes y nueve asistencias.
En el caso del Thunder, Russell Westbrook anotó 28 puntos con 11 asistencias y nueve rebotes, sumado a los 29 puntos de su otra estrella, Kevin Durant.