Montalto anuncia una dinastía en la carretera

Vara Blanca. Aunque apenas surca los 22 años y una barba incipiente comienza a mostrarse, José Andrés Montalto ya empezó a hilvanar una dinastía en el ralismo.

Hijo de Andrés Montalto, uno de los expilotos más reconocidos en la disciplina, el corredor logró ayer su segunda corona en las categorías N4 (autos de 2.000 centímetros cúbicos con turbo) y N Absoluta.

La conquista se dio en la quinta fecha del Campeonato Nacional de Ralis, que se realizó en las localidades de Poasito, Vara Blanca, Los Cartagos y volcán Poás.

A pesar de que debe alinear en la parrilla de salida de la última jornada –29 de setiembre en el volcán Irazú–, con los puntos conseguidos ayer Montalto es inalcanzable para Juan Carlos Alvarado, su rival más cercano en la tabla de posiciones.

Antes de comenzar el rali, Montalto acumulaba 44 puntos, mientras que Alvarado estaba en 23.

La única forma de que Montalto perdiera la corona era que Alvarado se quedara con las 11 unidades que entregaba la jornada de ayer y las 11 de la última competencia, y con esto llegar a 45 puntos.

Pero después de disputar los cuatro primeros tramos cronometrados, Montalto ya tenía 45 unidades, producto del punto que entrega el reglamento por adjudicarse el 50 por ciento de las etapas.

Desde el primer tramo cronometrado se hizo evidente el dominio del Subarú de Montalto, quien fue el más rápido con 4:55:41 minutos.

En el segundo detuvo el cronómetro en 4:58:15, en el tercero en 5:19:51 y en el cuarto en 5:18:58.

Luego de esas primeras cuatro etapas, el tiempo acumulado de Montalto era de 20:31:65, seguido de Jeffrey Coto, 20:48:75 (Mitsubishi Lancer Evolution 6.5) y Gerardo Moreno, 21:01:82 (Evolution 9).

Los números de las últimas cuatro etapas no se consignan porque se disputaban al cierre de edición.

Nuevo récord. Aparte de la gesta lograda en el asfalto que bordea el Poás, Montalto ostenta desde la cuarta jornada el récord de más ralis ganados de forma consecutiva.

El récord anterior era de su padre, Andrés Montalto, quien entre el 2000 y 2001 logró siete al hilo.

Pero 11 años después apareció su hijo, quien hasta ayer tenía ocho competencias a su haber.

“Fue con un Toyota Célica (que logró la antigua marca) y mi copiloto era Max Rohrmoser. Qué más bonito que el hijo le rompa el récord a uno. Me siento muy orgulloso por todo el trabajo que ha hecho”, expresó Montalto padre ayer antes de observar las primera etapas.

A unos metros de su papá, José Andrés indicó que lo que ha conseguido es, en parte, por su padre.

“En el 2002, con solo 11 años, corrí con él como copiloto y desde ahí empezó todo. Él es mi profesor, así que es un orgullo y una alegría gigante el poder quitarle el récord”, manifestó el exitoso alumno.