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El rojo vivo dentro de las aros, prueba de que los frenos van al límite, iluminará esta noche la Copa Pennzoil, segunda fecha del Campeonato de Carros de Turismo de Costa Rica (CTCC, por sus siglas en inglés).
La primera jornada nocturna en el automovilismo tico desde el 2013 enfrentará a los 15 autos que el 31 de enero enloquecieron a 7.000 personas en el Circuito Sur del Parque Viva.
Esta vez, la prueba que se compone de dos carreras (30 minutos cada una), implica un espectáculo muy vistoso para el aficionado y un reto para los pilotos y mecánicos, ya que el seteo (puesta a punto) del carro cambia mucho con respecto a correr de día.
“Hay que sellar el radiador para que no le entre tanto frío y así caliente el motor, a las llantas hay que cambiarles la presión porque el clima está más frío; hay que subirla un poco”, expresó el experimentado Daniel Muñiz, quien corre en un Hyundai Elantra.
Pese a que la visibilidad se reduce, tanto Juan Carlos Alvarado (Suzuki Ciaz) como José Andrés Montalto (Toyota Corolla) coinciden en que la iluminación del Circuito Sur está bien.
Eso sí, según Alvarado, hay menos tracción debido a que el asfalto está más frío.
Según Carlos Fonseca, quien corre un Chevrolet Cruze, la temperatura de la noche genera menos degradación del auto, aunque subraya que la visibilidad se complica bastante, sobre todo tomando en cuenta que corren a más de 170 kilómetros por hora.
Pese a ello, Charlie, como se le conoce, celebró que dentro de la cabina esté bastante fresco.
En este tipo de autos, con motor V8 de 5,8 litros y 350 caballos de fuerza, el calor adentro puede llegar a los 55 grados centígrados, pero de noche baja unos 15.
Un espectáculo para el aficionado y un reto para el piloto: así será esta noche en Parque Viva.
