Hace 18 años se montó por primera vez en una motocicleta y durante todo este tiempo no se ha cansado de ganar, dentro o fuera del país.
Su último gran logro fue el título de campeón latinoamericano de motocross en la categoría de los 250 centímetros cúbicos, logrado en Carmelo, Uruguay, tras vencer múltiples escollos para culminar con éxito una verdadera odisea.
En esa oportunidad, los organizadores le prestaron una moto desvencijada, padeció problemas de salud que pusieron en peligro su suerte en la final; sin embargo, lejos de amilanarse, se agigantó en la adversidad y se ciñó la corona.
El currículum de Adrián Robert bordea la frontera de lo espectacular pues ha ganado en diez oportunidades el título latinoamericano de motocross, seis en 250 cc y cuatro en 125 cc.
A inicios de la década anterior, conquistó el cetro centroamericano de los 80 cc, cuando solo contaba con 15 años y, desde entonces, su nombre repica en los oídos de los latinoamericanos, quienes se han acostumbrado a verlo en la cima del podio.
Padre de Derek, de año y ocho meses, y de Alexa, de apenas una semana, Robert expresó hace unos días a La Nación que encontró en su familia la fuerza esencial para seguir en el circuito de Carmelo, luego de permanecer media hora en una ambulancia con suero, debido a un bajonazo en la presión sanguínea.
Campeón de campeones y rey de las pistas costarricenses, asegura que aún le queda mucho tiempo sobre una motocicleta y que continuará brindando satisfacciones a todos aquellas personas que se agolpan alrededor de las pistas para brindarle su aliento.
Adrián no vive de recuerdos. Hoy se encuentra compitiendo en San Carlos, en la novena fecha del Campeonato Nacional, donde lidera las categorías de 125 cc y 250 cc. A finales de mes defenderá en Bolivia el cetro latinoamericano en los 125 cc.
Los campeones nunca descansan.