Buenos Aires
¿Por qué nuestros torneos no pueden ser como los de Inglaterra, Alemania, España, incluso Italia...? se preguntan los hinchas suramericanos. ¿Por qué nuestra Libertadores no logra la dimensión de la Champions League ...? ¿Cuándo nuestros equipos podrán alcanzar el nivel de aquellos, retener o contratar grandes figuras...?
El sitio de Internet español Fútbolfinanzas.com publicó esta semana un artículo en su portada que, en simples trazos, nos da la respuesta. Bajo el título: “Los impresionantes sueldos del Bayern Múnich”, ofrece una lista de salarios del poderoso club alemán.
Bayern desembolsa 150 millones de euros anuales para pagar a sus 27 jugadores. A ello hay que sumarle los 17 millones que percibe Pep Guardiola, el mejor y más caro DT del mundo. Pero, además, el club bávaro tiene un cuerpo técnico y médico que incluye dos entrenadores alternos, tres preparadores físicos, un entrenador de arqueros, tres médicos, un psicólogo y cinco fisioterapeutas; 14 profesionales más, todos con salarios acordes al club que representan.
Los aficionados del mundo puntualizaron el año pasado el mérito del club alemán por ponerse a la par del Real Madrid o del Barcelona, e incluso superarlos. En realidad debiera mirarse al revés: la hazaña es de los clubes españoles por poder competir contra tan fabulosa estructura económica como la del Bayern.
La Bundesliga es el torneo con mayor asistencia a los estadios en todo el mundo. Y Alemania es un país rico, la locomotora que tira de la Unión Europea, en tanto España sufre una gravísima recesión y un desempleo del 26%, que en el caso de los jóvenes, los que más asisten al fútbol, es del 55%. En muchos partidos los estadios españoles lucen semivacíos. Y la TV de la península acaba de anunciar que pagará menos la temporada próxima por derechos. Económicamente, España no resiste la menor comparación con Alemania.
Según Fútbolfinanzas, Franck Ribery y Mario Gotze perciben 12 millones de euros al año; Philippe Lahm y Schweinsteiger, 10; Müller y Thiago Alcántara, 8; Neuer, Robben y Álaba, 7; Javi Martínez y Boateng, 6; Van Buyten, Mandzukic y Rafinha, 5; Tony Kroos y Claudio Pizarro, 4,5.
Luego están Shaqiri, Badstuber, Dante, Contento y el arquero suplente Starke, nombres menos rutilantes, aunque cercanos a los 4 millones. Y por último cinco jóvenes que cierran la nómina.
Ahora miremos de este lado del agua: el campeón de América, Atlético Mineiro, eroga 32,4 millones de euros al año en salarios futbolísticos. Y Paulo Autuori, su entrenador, cobra alrededor de 1,5.
“Nuestro presupuesto anual es de $11.425.000 para este 2014”, nos informa Nassib Neme, presidente de Emelec. Eso significa 8.312.718 euros, lo que gana Müller en un año. Creo que nuestro presupuesto se ha disparado por encima de las cifras reales que deben manejarse en el futbol ecuatoriano –agrega–. El manejo dispendioso de otros clubes nos arrastró, hemos cometido similares errores, de proporciones inferiores y controlables, pero similares errores al fin.
“En contrapartida, nuestra principal arma de defensa es nuestro patrimonio, que creció 700% en los últimos cinco años, lo que nos ha permitido ser sujetos de crédito en todo el sistema financiero y poder responder de inmediato ante cualquier déficit presupuestario o desfase en el flujo de caja”.
Muy por debajo de eso, el titular del Bolívar, de La Paz, Guido Loayza, nos dice: “Entre plantel y técnico, desembolsamos $1.620.000 (1.178.696 euros) al año”. Mínimo, tratándose de fútbol profesional.
Hemos puesto tres escalas. En las tres, las diferencias con el Bayern o con casi todo lo europeo son abismales. Y la calidad se compra con euros.
El Bayern tiene 12 extranjeros, provenientes de 12 países. Pero además ficha todo lo mejor del mercado nacional. Por eso cuenta con 10 elementos surgidos del Shalke 04, 2 del Hoffenheim y uno cada uno del Stuttgart, Borussia Dortmund, Borussia Moenchengladbach, Wolfsburgo, Hamburgo y Kaiserlautern. Su proyecto hegemónico está pensado cuidadosamente. Con su poder económico les saca todas las figuras a sus rivales domésticos (el último ejemplo, el de Gotze al Dortmund). Luego, mientras los españoles e ingleses se desangran en sus ligas (Madrid y Barcelona se desgastan siempre entre sí), ellos navegan plácidamente.
Ya le llevan 16 puntos al segundo (Bayer Leverkusen) en el torneo local. Y ya están en la semifinal de la Copa Alemana. Pueden darse el lujo de poner el equipo “B” y conseguir de nuevo los dos títulos caseros, en tanto se concentran en los seis partidos que quedan para arribar a la final de la Champions .
La fórmula es generar el respaldo económico y dominar aplastantemente el medio local para enfocarse de lleno en lo internacional, que es lo que da el prestigio. Y más dinero, porque es una espiral. Nada es seguro en fútbol, pero tiene más chances que nadie.