Para los charrúas el resultado les deja un mal sabor de boca, ya que se enfrentaron a un seleccionado peruano que tiene la baja de varias de sus principales figuras.
La primera mitad fue entretenida y con ambos equipos dispuestos a dar lo mejor de su accionar.
Uruguay, considerado favorito por su mejor integración, tomó la iniciativa y buscó desde el inicio cercar al rival en su campo, mientras que el equipo peruano se paró con muchas piernas frente a su área para cerrar los caminos hacia la portería.
La primera jugada de riesgo estuvo de parte de los celestes con un avance por la derecha de Diego Forlán, pero su pase en profundidad fue despejado por la defensa peruana dentro del área pequeña.
Luego los incas adelantaron líneas, comenzaron a pelear el balón en el medio campo y lograron equilibrar el juego.
Cuando los celestes mantenían el control del balón y la iniciativa, recibieron un balde de agua fría.
Paolo Guerrero, luchador solitario en el ataque, recibió un pelotazo profundo de Michael Guevara, entre la zaga charrúa, eludió con frialdad al portero Muslera y remató para abrir el marcador.
Perú intentó manejar el balón y lo logró por momentos, pero le faltó claridad para explotar el contragolpe pese a los espacios que generó.
Cuando parecía que los peruanos se llevarían la victoria parcial, llegó el empate uruguayo en la mejor jugada ofensiva de la primera parte.
Cáceres arrancó por la derecha, subió con velocidad, encontró a Lodeiro, quien habilitó a Suárez y el goleador del Liverpool no dudó en colocar el balón pegado al poste izquierdo del meta Fernández.
El segundo tiempo se hizo emocionante, de ida y vuelta y con los equipos generando jugadas de peligro en ambas porterías.
Forlán tuvo la oportunidad más clara para desnivelar el marcador en el minuto 69 cuando, tras un fallo defensivo y un toque de Suárez que lo dejó mano a mano con el portero rival, remató cerca del ángulo.
En los minutos finales el equipo de Óscar Washington Tabárez mantuvo la iniciativa, pero fueron los peruanos los que casi sorprenden al final con un cabezazo de Guerrero que pasó cerca del poste.
Pese al intento, Uruguay no fue capaz de vencer nuevamente la resistencia peruana y tuvo que conformarse con un frío empate.