A pesar de que estaba previsto que la prensa pudiera asistir a los primeros 15 minutos del entrenamiento del Real Madrid, Mourinho cambió de idea y decidió realizar a puerta cerrada la sesión de trabajo. Además, ningún jugador salió a hablar.
La orden del entrenador blanco llegó tras la polémica rueda de prensa que protagonizó Mourinho el lunes antes de jugar contra el Auxerre en la Liga de Campeones.
En ella criticó publicamente a su jugador Pedro León y luego atacó a la prensa por preguntar constantemente sobre el futbolista, al que no había convocado.
Finalmente, Mourinho dio por concluida la rueda de prensa anticipadamente y se levantó precipitadamente de la silla, provocando la perplejidad de los asistentes.