LONDRES. AP La Liga Premier inglesa ha presentado nuevas reglas financieras y de propiedad para la próxima campaña, en un intento por evitar que se repita la implosión del Portsmouth ocurrida en la temporada anterior.
Bajo la gestión de varios dueños, el Portsmouth acumuló deudas de más de 100 millones de libras ($159 millones), con acreedores que incluían a la oficina impositiva del gobierno británico y la autoridad de aduanas.
La Liga informó ayer de que requiere ahora a los dueños y a los interesados en poseer clubes el demostrar que tienen fondos suficientes para sostener el equipo durante otro año.
Además, la Liga puede consultar ahora en forma directa al gobierno, para verificar que los clubes estén al día con los impuestos.
La autoridad británica de recaudación y aduanas tomó medidas contra el Portsmouth, reclamándole 37 millones de libras ($59 millones) en impuestos no pagados, y está desafiando al club en los tribunales por su propuesta de pagar a los acreedores solo una quinta parte del dinero que adeuda, en los próximos cuatro años.
“De haber tenido estas reglas implementadas en enero del 2009... hubiéramos intervenido”, dijo el director general de la Liga Premier, Richard Scudamore. “Probablemente hubiéramos sido capaces de evitar algunas de las peores cosas que ocurrieron”.
“Consideramos que tenemos implementadas las señales de advertencia oportuna para que no se repita la situación del Portsmouth.
“No veo que club alguno esté en el mismo riesgo en que estaba el Portsmouth a estas alturas del año pasado”, añadió el funcionario.
Los clubes tendrán que publicar anualmente los detalles sobre su propiedad en su página de internet, y deberán dar a la liga un reporte de directivos, que declare cualquier pago por encima de las 25.000 libras ($39.800 dólares).
Scudamore dijo que la liga apoyó el derecho de la oficina de Recaudación y Aduanas de su Majestad para abrir proceso a los clubes que no paguen impuestos.
Las acusaciones de esa oficina contra el Portsmouth impedirían que el club salga de la quiebra, lo que derivaría en que se le descuenten puntos cuando comience la próxima campaña de la League Championship, el circuito de ascenso.