Recife, Brasil (AP). Capitán y figura de la selección campeona del mundo y de Europa. Estrella del Real Madrid. Y, por buena parte de la última década, considerado uno de los mejores arqueros del mundo.
Ahora, ¿suplente de lujo?
Iker Casillas se encuentra en una situación prácticamente impensable hace poco tiempo, sin la titularidad asegurada en la selección española que debuta el domingo contra Uruguay en la Copa Confederaciones.
Diferencias personales con José Mourinho, el ahora ex técnico del Madrid, y luego una fractura de mano lo dejaron cuatro meses en la banca del club español. El técnico Vicente del Bosque lo convocó a la Confederaciones, pero hasta la víspera del encuentro con Uruguay se negó a confirmar si Casillas o Víctor Valdés estará en el arco de la Roja.
“Supone también encontrarse con uno mismo”, filosofó Casillas el sábado, al contemplar la situación que pasó con su club, la lesión y el regreso a las canchas el martes, cuando entró como suplente en el triunfo 2-0 sobre Irlanda en un amistoso en Nueva York.
Se trató de apenas un partido de fogueo, disputado en un estadio de béisbol —el famoso Yankee Stadium— ante una selección que está 40 puestos por debajo de España en el ranking mundial. Para Casillas, podría haber sido la final de un Mundial.
“Antes del partido estaba un poco nervioso, porque hace mucho tiempo que no jugaba y mucha gente iba a estar pendiente de mí”, confesó. “Empecé con la ilusión que tenía hace 12 años”.
Xavi Hernández, cerebro del Barcelona y buen amigo de Casillas, sabe del peso del arquero en el camerino y la influencia que tiene sobre sus compañeros.
“La importancia de Iker en el equipo es máxima”, puntualizó el otro capitán de la Roja. “Es el capitán, lo veo bien, está feliz, está contento, está entrenando al tope” .
Del Bosque también tiene claro que, más allá de lo que haga ante los tres palos, Casillas es una pieza indispensable en su proyecto.
Además, sabe que Casillas pasó por una situación inédita en su carrera —acostumbrado a ser titular tanto en su club como en la selección— y que hay que llevarlo con calma en su regreso oficial a la competencia.
“Es un chico con mucha responsabilidad”, comentó Del Bosque. “Ha vivido una situación insólita para él, que no ha sido fácil para él llevarla. No es de extrañar que se haya sentido un poco nervioso”.