Los penales son un recuerdo lejano pero exitoso en Saprissa

Si bien desde hace siete años no sabe lo que es enfrentar una serie de estas en la Primera División , acumula nueve ganadas al hilo en torneos oficiales.

La posibilidad de que el dueño del perseguido título 30 se decida desde los once pasos es una que los morados prefieren evitar, en parte porque saben que ese es un terreno que Alajuelense , su rival de turno esta noche, ha transitado más en la historia reciente.

Tanto es así que para recordar la última vez que los morados se enfrascaron en ese particular duelo en la máxima categoría hay que retroceder hasta el Clausura 2007, donde la semifinal entre Herediano y los tibaseños se decidió en esa instancia última.

Aquella vez el sexto cobro, a cargo de Alonso Solis, dio rienda suelta el júbilo de una afición que estalló desde las graderías del Ricardo Saprissa con la celebración de una nueva final alcanzada.

Sin embargo, la instauración casi inmediata de la famosa ventaja deportiva y la sequía de finales que desde hace cuatro años asolaba Tibás, acabaron por convertir ese episodio en el último que el saprissismo vería en los 12 campeonatos venideros.

Desde entonces, los tibaseños disputaron un par de series amistosas ante el Nacional de Uruguay (derrota 4-3 en 2008) y el Fulham de Inglaterra (derrota 3-5 en 2013), junto a aquellas dos victorias en el Torneo de Copa 2013, ante Cartaginés y Carmelita, todos duelos más ajenos a la presión de la Primera.

Repaso. La última vez que la S perdió una serie de penales en un torneo oficial fue en 1998 contra el Toluca por la semifinal de la Concacaf; a partir de ahí, los morados vencieron por esa vía al Pachuca y Alajuelense en 2004, así como a Monterrey, Marathón y Pérez Zeledón en 2005, este último en dos ocasiones.

Ese recuento eleva la cantidad de triunfos consecutivos por los morados desde los once pasos hasta los nueve, incluido el duelo con el Team y los episodios de Copa.

El único pero en esa estadística es que de esas versiones de Saprissa hoy quedan pocos o ningún representante, aun cuando en todos existan las ansias por escribir una historia nueva. Con datos de Cristian Sandoval.