Antes del minuto 88 del partido de este miércoles entre Carmelita y Alajuelense, Adonis Pineda había sido la figura rojinegra. Con tres intervenciones claves en la primera etapa, le permitió a la Liga acomodarse y retomar el rumbo en el segundo periodo, cuando dominó y pudo salir con la victoria.
Pero en el cierre del cotejo, cuando la afición manuda ya le cantaba a Wílmer López y celebraba anticipidamente el triunfo, apareció Olman Vargas en las alturas para ganarle el duelo a Pineda y mandar el balón a la red, ante la evidente molestia de los jugadores erizos, que reclamaron una falta sobre su guardameta, que posteriormente recibió atención médica.
Aunque Pineda salió mal, ya que ni siquiera tocó el balón, en las fotografías de La Nación se observa como Vargas obstruye el paso del meta con su brazo.
Jugaba mejor Alajuelense, que había controlado los embates carmelos en el segundo tiempo y tenía claridad con la esférica, después de un primer periodo de dominio verdolaga.
Parejo
Los carmelos, conscientes de la necesidad de volver a ganar, apuntaron sus baterías a forzar a los rojinegros en salida y penetrar mediante arremetidas por los costados, con las que Alajuelense sufrió para salir jugando desde su propia zaga.
La presión de los de la barriada se tradujo en problemas para Álvaro Aguilar y Darío Alfaro, quienes se vieron obligados a reventar los balones, lo que limitó el fútbol ofensivo de los erizos.
Carmelita fue insistente y con facilidad rompió la retaguardia rojinegra. De no ser por el joven arquero Pineda, la Liga pudo irse al intermedio con un resultado en contra, pues el guardavallas detuvo tres remates que tenían sello de gol.
Bryan Rojas fue quien generó la más clara, cuando se sacó dos marcas de encima al ingresar al área y remató a puerta; Pineda contrarrestó la acción con una buena parada y salvó a su equipo del primer tanto.
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El vendaval carmelo solo duró 20 minutos. La Liga equilibró el duelo y empezó a generar ocasiones de peligro en pies de Din John Arias y José Luis Cordero.
La más clara fue para Bryan Jiménez, quien cabeceó desviado un balón dentro del área chica, cuando ya el cancerbero Luis Diego Sequeira se había vencido con una muy mala salida.
En el segundo periodo la Liga ajustó las líneas, empezó a tocar con más solvencia en la medular y se encargó de darle un golpe de esos que marcan el rumbo de los partidos.
Cuando solo se jugaba un minuto y medio del segundo tiempo, Seemore Johnson mandó a la red un cobro de táctica fija para abrir la cuenta.
Si en algo se ve la mano del nuevo cuerpo técnico manudo es en la bola muerta. En el clásico y frente a los verdolagas, la Liga se vio más clara en el ensayo de los cobros de tiro libre.
Después del gol, Carmelita insistió pero sin claridad. En cambio, la Liga mostró su mejor versión con el balón, fino en la conducción y con el tome y dame tenía el partido dominado, hasta que un centro al área terminó en la cabeza de Vargas y le salvó un punto al anfitrión.