Agustín Meza pasa sus tardes en el pórtico de la casa, donde se venden chiverres de gran tamaño.
El pasar de los carros con las banderas blanquiazules, hace que su arrugada piel de 89 años se tense: Agustín quiere volver a celebrar.
La última vez que Cartaginés campeonizó, en 1941 , él era un joven de 18 años y trabajaba en la construcción del Canal de Panamá. Lo hacía para solventar los apuros financieros de su humilde familia.
La posdata de una carta escrita por su madre lo hizo celebrar a lo grande en tierra extraña.
El Cartaginés quedó campeón del torneo al vencer al Herediano en el Estadio Nacional con un marcador de 4-3, tras remontar un 1-3.
Emocionado por la noticia, jamás se iba a imaginar que tendría que esperar 72 años para ver a su equipo tan cerca de tocar la gloria.
Desde que regresó a Costa Rica, se instaló en la ciudad de Cartago.
Desde ese entonces se le podía ver los domingos en la plaza de futbol o en el puesto de chiverre en el mercado central, siempre presente en la tertulia deportiva.
Para Agustín no podría existir mejor regalo para sus 90 años que el triunfo del Cartaginés.
Su apoyo incondicional lo dará desde el sillón de su sala, rodeado por sus nueve hijos, 20 nietos y diez biznietos: la familia con el corazón hecho un puño por 90 minutos.
Con la camiseta brumosa puesta, esa con la dorsal 89 que le dieron en su pasado cumpleaños. Agustín espera poder unirse a los festejos en el frente de su pórtico.