Costa Rica realizó un excelente partido hasta el minuto 65. En ese tiempo la Nacional mostró buen juego colectivo, sin precipitarse y con propiedad. Sumado a que no se sufrió en defensa, se mantuvo a México fuera del área y se le obligó a rematar de larga distancia, ya que la zaga limitó por completo los espacios.
Además, cuando la Sele recuperó el balón le dio buena circulación e intentó jugar por los costados, al no tener opciones por el centro. Se observó un fútbol de pie a pie, con seguridad. Siempre encontraron el hombre libre. Pero después del 65' se perdió la solidez defensiva y ofensiva, tras el reacomodo táctico que se dio al realizar los cambios.
Sin embargo, pese a que durante ese tiempo de la segunda parte no se jugó bien, se mostró carácter y espíritu de lucha para sostener al equipo.
En los tiempos extra, al modificar la línea de cuatro y pasar a una de cinco defensores en la zaga, se logró equilibrar el compromiso, se controló a los mexicanos y no se pasaron más apuros, gracias a un buen esquema y un manejo adecuado del bloque.
No obstante, es claro que faltó más fuerza en el ataque porque Joel quedó aislado y fue evidente el desgaste del equipo.
En términos generales, ante los aztecas el combinado patrio logró recuperar algunas de las características que se tuvieron en el Mundial de Brasil , principalmente en la seguridad con la esférica y en el sacrificio al correr cada pelota y entregarse.
Fue uno de los mejores partidos de la Selección con Paulo Wanchope, pero con un final injusto por la decisión arbitral.