Entre los perdones cafeteros y las dos salvadas de Esteban Alvarado, a la Tricolor le salió muy barata la derrota, 1-0, ante una Colombia que sí salió con sus mejores estrellas, sin exagerados experimentos... como debe hacerlo un equipo deseoso de batallar por una copa.
Todo un año en el banquillo no le ha bastado a Paulo César Wanchope para limpiar de dudas el recambio de la Selección Nacional. El D.T. sigue ensayando con jugadores que, como Keyner Brown o los dos Jonathan (McDonald y Moya), se vieron francamente mal en el estadio Diego Armando Maradona, de Buenos Aires.
La anotación de Radamel Falcao, en el amanecer de la complementaria, resultó poco castigo para un equipo nacional carente de identidad, perdido en la media y exiguo en ideas para atacar.
Tapar espacios y rezar. Lo menos malo de la Sele fue alcanzar a cerrar espacios y evitar que la luminaria colombiana brillara a placer en el primer tiempo.
Aun así, Juan Guillermo Cuadrado, del Chelsea, le hizo todo tipo de diabluras a Júnior Díaz y el suntuoso talento de James Rodríguez, el famoso 10 del Real Madrid, resultó indetenible.
Mientras James desparramaba a José Miguel Cubero o le hacía lujos a Brown, Bryan Ruiz y Celso Borges se perdían del partido y los delanteros se escondían en el centro de una zaga suramericana que nunca sudó para borrar del campo a Mac y Moya, los dos goleadores del fútbol criollo.
Deyver Vega, quizá el único “reserva” que mostró temple, provocó algunas faltas en el inicio del juego; mas no halló socio que lo potenciara al frente.
Un remate desviado de Moya, al 25’, es el resumen de ese pobre ataque tricolor en la inicial.
Aún en ese caos tico, Colombia aprovechó poco. Falcao, cual tigre hambriento, asustó dos veces: primero, en un contragolpe que Alvarado desvió antes de que el línea decretara –incorrectamente– el fuera de juego. Luego, en un remate que acarició el palo antes de perderse por el fondo.
Mas tanto fue el agua al cántaro que... una prolongación de James y otro baile de Cuadrado a Díaz –antes de que se acomodara la zaga nacional tras el medio tiempo– culminaron en el centro que Falcao remató con la débil marca de un ingenuo Brown.
Luego vino el momento más oscuro del viaje a Suramérica, con un James brillante que movía los hilos y que encontró su oportunidad, al 59’, para comprobar las capacidades de Alvarado.
El meta tico también se lució ante Carlos Bacca, al 65’, cuando el delantero del Sevilla quiso sacar provecho del desorden.
Por suerte, Colombia se relajó y el sufrimiento fue mermando a medida que Chope incluía a algunos de sus estelares.
Joel Cambell, Elías Aguilar y Johan Venegas ingresaron para, por fin, tener la pelota y acercarse, aunque fuera un poco, al área del guardameta David Ospina.
Incluso se pudo alcanzar un inmerecido empate en los pies de Deyver, al 84’, y Elías, al 88’.