San Isidro de El General. Con la sapiencia que dan los años, aquella a la que se recurre cuando lo vistoso se deja de lado, Saprissa derrotó ayer 0-2 al As Puma de visitante, resultado que levanta el ánimo en una semana pesada.
Después de soportar el ímpetu de un equipo que durante 24 minutos chocó y chocó ante una defensa que aún deja dudas, los morados tuvieron la certeza para clavar dos dagas, al 25’ y 34’.
Pese a no tener la pelota y verse inferior en gran parte de la primera parte, Saprissa posee la ecuanimidad para no desesperarse, esa característica que tienen los equipos labrados en jornadas difíciles.
Tal cualidad le sirvió para soportar el asedio del local, que se inspiró en el excelente trabajo de Anthony Calvo como enlace y Aarón Navarro en la banda izquierda.
Navarro, menudo pero potente, trajo en un suplicio constante al guatemalteco Rafael Morales, quien nunca supo cómo detenerle, y que en una escapada del 11 sumó su segundo amarilla: ¡roja!
A esta altura, cuando corría el minuto 25, ya Saprissa le había bajado las revoluciones al As Puma, pues 30 segundos antes Juan Bustos, su gema más preciada, había logrado el 0-1 con un toque suave a la izquierda de Neighel Drummond.
La conquista le quitó a los sureños las ganas y el fútbol dinámico por las bandas, pero ineficiente.
Gran culpable del embrollo defensivo visitante se debió al cambio de cuatro a tres atrás, con Badilla, Machado y Mora, lo que en ocasiones desacomodó a los zagueros y dio ventajas a las gacelas del As.
Tal detalle resultó instrascendente hasta la expulsión de Morales, ya que con su salida el equipo volvió a cuatro en defensa, y, entonces sí, Saprissa se vio mejor.
Russell empezó a hacer los recorridos con mayor seguridad, Bustos se pasó a la izquierda, en lugar de Mora, y los morados envolvieron a los locales, que parecían ser los que habían perdido un hombre.
El segundo tanto visitante cayó precisamente por el desconcierto sureño, cuando Ariel Rodríguez cabeceó un centro de Mora, el vertical lo devolvió y Rodríguez, solo, recuperó la pelota y la clavó.
Con la llegada del complemento y la salida obligada de Gabriel Badilla y Russell por lesión, los tibaseños volvieron a armar con tres atrás, solo que ahora Jordan Smith y Mora se quedaron abajo.
Con el balón y el juego perdidos, Mario Carrera metió a Luis González y Lucas Carrera por Jeffry Montoya y Calvo, pero ya Saprissa tenía el control de aquel elemento sorpresa sureño: el ímpetu.
Los locales quisieron levantar un poco su juego cuando la S evidenció problemas físicos, pero la sapiencia y ecuanimidad que dan los años fue suficiente para labrar una victoria que ya era suya, que nunca fue del As Puma.
Solo nueve minutos necesitaron los campeones para acabar con los sureños y amilanar la crisis que sumaba dos derrotas y un despido.