Para un goleador, anotar es casi tan importante como comer. Jonathan McDonald es un goleador de raza y por eso no esconde que ya le hacía falta celebrar.
El domingo sació su apetito y abrió las puertas de un marco que solo Saprissa y Alajuelense han logrado vulnerar.
El atacante tuvo más libertades al contar con Andrés Lezcano como compañero. El refuerzo se encargó del trabajo sucio, chocar con murallas como son los defensores Roy Smith y Edder Munguio.
“De verdad que los goles saben mucho. Todavía más cuando se tuvo el respaldo y la paciencia de la afición, los compañeros y el cuerpo técnico, hay que retribuir con esfuerzo y con goles”, dijo McDonald.
“Lezcano y yo tenemos características parecidas, nos gusta atacar los espacios y preocupar al rival. Nos sirve para alternarnos, en ocasiones uno se cansa y otro compañero toma la función, así nos garantizamos ocupar al rival siempre”, agregó.
El ariete toma una bocanada de aire, el arranque del Invierno no fue fácil. Tuvo que trabajar el doble en las prácticas para recortar la ventaja que el equipo le llevaba en el plano físico.
Los últimos tres juegos de la Liga terminaron en sequía. La presión por anotar aumentaba en cada jornada, así como el grito de la afición que pedía a Mac.
“Fui el último goleador del torneo y como todo delantero se tiene esa obligación. Todos los ojos están puestos en que uno meta goles todos los fines de semana. Lo bueno era anotar uno porque así uno empieza ver un marco mucho más grande, ahora hay que buscar mantener el paso para llegar al ansiado título 30”.
La Tricolor. El atacante no se presiona por estar en la Selección Nacional y considera que si mantiene el romance con la red será llamado en cualquier momento.
El técnico Óscar Ramírez dará este lunes la lista de jugadores que enfrentarán a Brasil el próximo 5 de setiembre, en los Estados Unidos, y a Uruguay tres días después, en el Estadio Nacional.
“Yo no hago goles para que sirvan de presión a una convocatoria, creo que es mi trabajo y, si lo cumplo, las otras cosas vendrán por añadidura. Lo primero es tener un buen nivel en el equipo que uno defiende, después queda a criterio de Óscar (Ramírez) si uno es útil para lo que él pretende”. Así lo ve McDonald.