En dos juegos consecutivos, Lucas Emanuel Gómez se convirtió en el amuleto goleador del equipo rojinegro.
Con pocos minutos en el campo pero con el olfato goleador intacto, el argentino paga su fichaje con anotaciones.
De los tres tantos que suman los erizos en el Invierno, dos los marcó el ariete che.
El miércoles pasado, Gómez ajustó la victoria de la Liga 2-0 sobre Limón y anoche les dio a los erizos el triunfo contra el Municipal Liberia.
En ambos juegos, el suramericano ingresó en el minuto 67, por lo que necesitó poco tiempo para mover los cordeles.
El tanto de ayer tuvo más mérito que el primero ya que él recuperó el balón que finalmente acabó en la cabaña liberiana. Cuando quitó el esférico, se lo sirvió a José Guillermo Ortiz, este a Jonathan Sibaja y el volante se lo puso en la cabeza a Gómez para sentenciar.
Gómez afirmó que suele vivir el partido desde el banquillo, por lo que cuando le dan la orden de ingresar ya sabe a lo que va. “Desde que estoy afuera estoy viviendo el partido, es una bendición volver a anotar y esto en gracias al esfuerzo de todos los compañeros”, dijo.
El delantero insistió en que sus dianas responden a los centros “tan buenos” generados por sus coequiperos. También habló de ser el referente ofensivo del equipo liguista.
“Todo se debe al trabajo en equipo, es virtud de todos, estamos esperanzados, tenemos un mismo objetivo y vamos por él”, subrayó el 11 alajuelense.
Gómez, de 28 años, llegó este semestre a la Liga proveniente del Motagua de Honduras, donde registró 30 goles en dos años.
En nuestro país, entre 2008 y 2011 el argentino hizo diez perforaciones con Brujas y en la temporada 2013-2014 marcó 16 tantos con la Universidad de Costa Rica, dirigida en su momento por José Giacone, quien hoy es su entrenador en la Liga.