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Los futbolistas de la Primera y Segunda División de Costa Rica buscan conseguir una categorización dentro del Ministerio de Trabajo, para así poder disfrutar de un salario mínimo como el resto de los trabajadores del país.
En conjunto con la Asociación de Jugadores Profesionales (Asojupro), los jugadores presentaron el pasado 23 de marzo la solicitud al Consejo Nacional de Salarios (CNS), órgano encargado de la inclusión o readecuación de los salarios para el sector privado.
En la actualidad, los jugadores no están específicamente incluidos dentro del decreto de salarios mínimos del sector privado.
La Asojupro solicitó que se les brindará a sus asociados la categoría de “trabajador profesional”, amparados en la exclusividad y disponibilidad que estos tienen para con sus respectivos equipos.
“Los jugadores son profesionales en su ámbito, cumplen con una obligación de su patrono y le deben exclusividad a su equipo en todo momento y completa disponibilidad”, afirmó Reynaldo Parks, presidente de la Asojupro.
El lunes anterior, el CNS llamó a audiencia tanto a la Asojupro como a varios de sus asociados, esto para que tuvieran la oportunidad de defender el por qué deben ser considerados trabajadores.
“A todos se les escuchó, ahora vendrá el análisis del Consejo para tomar una decisión, aunque no se descartan nuevas audiencias con ellos”, explicó el secretario del CNS, José Pablo Carvajal.
El secretario aseveró que con la del lunes se completaron las audiencias con los involucrados, pues ya se le tomó el parecer a la Unafut, Fedefut, la Liga de Ascenso y representantes de los clubes.
Carvajal añadió que el trámite está muy avanzado y espera que la resolución esté a más tardar para este mes, pues la fijación de salarios se realiza en octubre próximo.
“El tema está muy avanzado, ya hemos escuchado las audiencias principales y de momento solo resta una con el Poder Ejecutivo. Debería estar para antes de octubre pero todo dependerá de cómo resulten las cosas”, explicó el secretario.
Para la máxima categoría, el salario sería de ¢500.000, mientras que en la Segunda el monto se tasaría en ¢300.000 mensuales.
A estos montos se le incluyeron excepciones, como en el caso de los jugadores menores de 21 años en la Primera y aquellos que no están con el club a tiempo completo, en el caso de la Segunda División.
De no darse un consenso entre la solicitud de empleados y empleadores vendría un periodo de apelaciones para uno y otro bando.
La aprobación de un salario mínimo para los jugadores sentaría un precedente en el futbol de Costa Rica, pues nunca se había intentado.
