Heredia. Sin reparar mucho en ello, David Guzmán dejó atrás el trago amargo de la expulsión en su debut en el Verano 2015 y volvió a consolidarse como un hombre importante en las aspiraciones de Saprissa.
Ayer fue protagonista donde no suele serlo: en el marco contrario. Aportó más allá de sus labores de recuperador y apareció en acción para los dos goles de la S . Propulsó el penal para abrir el marcador y le ganó la espalda a los defensores para el segundo tanto morado, el de la tranquilidad en el partido.
“Para ser honesto uno no trabaja para eso, Dios lo premia con un gol. Uno con el esfuerzo y con el trabajo del equipo se siente contento. El esforzarse al máximo le da a uno la oportunidad del gol”, dijo Guzmán, quien inició este año con el 8 en la espalda, un número que estaba guardado desde el retiro de Walter Centeno, ícono de Saprissa.
Para el contención morado este es un semestre importante. Quiere mantenerse insustituible en el esquema de Jeaustin Campos y aspirar a que Paulo César Wanchope lo vea y le permita volver a la Selección Nacional.
“Es importante mantener la regularidad, no fue un inicio del torneo como quería, tuve una expulsión ilógica, pero hay que seguir ahí. Se acerca la Concacaf, la Selección... hay muchas cosas importantes en las que uno quiere estar y es un semestre importante para mi carrera (...).
“Representar al país es lo máximo, es el sueño. Pero uno tiene que hacer un buen juego primero como equipo y después estar presente para que se den grandes cosas”, agregó Guzmán.
Diseño táctico. Campos y Guzmán comentaron después del juego que no fue casualidad que Guzmán apareciera como el héroe de la velada.
El D. T. explicó que la defensa de Belén ya había referenciado a sus atacantes, así que en el medio tiempo le pidió a Guzmán y a los otros volantes, Juan Bustos Golobio y Diego Estrada, que buscaran sorprender en el área rival.
“Pensamos que lo que ocupábamos era entrar por el medio, y en el mediotiempo lo hablamos y de ahí salieron las dos opciones a gol”, dijo por su lado Guzmán.