Por eso, lanzar campanas al vuelo, o sentarse a llorar sobre leche derramada, son actitudes extremas que no caben en el futbol.
Como pocas actividades, este deporte puede ofrecer, en un santiamén, el almíbar de un triunfo como el que logró Cartaginés, o el dolor lacerante del nuevo traspié que sufrió el equipo limonense.
Asimismo, en cuestión de pocas horas o, al menos, en un lapso de pocos días, el futbol da la ocasión de levantarse, rectificar y seguir.
Ayer observamos un juego que, desde el mismo arranque, evidenció cuál equipo sería el ganador, pues los hilos de la trama futbolística los manejó el cuadro local.
Paradójicamente, Limón no hizo un mal partido. Solo que la iniciativa fue, de principio a fin, patrimonio del equipo brumoso.
Precisamente, Danny Fonseca abrió la cuenta cuando habían transcurrido 12 minutos, al “peinar” un tiro libre que lanzó Eduardo Valverde desde el extremo izquierdo del área grande.
La reaparición auspiciosa de Pablo Brenes lo identificó como el talentoso creativo que encontró el estratega Johnny Chaves, para respaldar los avances de Randall
A su vez, el experimentado Danny Fonseca y el incansable Eduardo Valverde oficiaron de escuderos de Pablo y como poleas de enlace.
Tales factores resultaron decisivos en la jerarquía azul del mediocampo, donde las piezas citadas superaron el tránsito lento del veterano Kurt Bernard, ayer muy lejos de su proyección habitual.
La segunda gotera en los mecates de Dexter Lewis se dio al 17’, cinco minutos después del primer dardo. En esta ocasión, un magnífico pase en cuña que filtró Pablo Brenes lo recibió Carlos Johnson sobre el costado derecho. Su centro lo empalmó Randall
Los pupilos de Ronald Mora se acercaron en varios lances. El más claro ocurrió en el minuto 54, cuando Yozhimar Reid sacudió el palo de mano derecha del arquero local, Osvaldo Quesada.
La tercera conquista azul, al minuto 68, fue algo así como “la cereza en el pastel” en la actuación de Pablo Brenes, el mejor de la cancha.
Su remate de tiro libre abrió un resquicio en la pésima barrera blanquiverde y sorprendió al guardameta Dexter Lewis.
Aunque el nivel del partido fue más bien discreto, hizo que Cartaginés retomara el vuelo en el Invierno y acercó a Limón al drama.
No obstante, la felicidad azul no alcanza para lanzar campanas al aire; tampoco el dolor del Caribe da para sentarse a llorar.